Para el jefe de la diplomacia rusa, Alemania «no tiene libertad» para ocuparse de sus intereses económicos y señala un supuesto «doble rasero» alemán, según indicó en una entrevista concedida a una televisión rusa, recogida por la agencia de noticias Sputnik.
Estas declaraciones se dan después de que este jueves el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, hubiese vinculado el futuro del gasoducto ruso al desarrollo de la situación en Ucrania, cuya frontera con Rusia es escenario de una importante concentración militar que ha hecho saltar las alarmas sobre una posible invasión
La ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, ha dicho por su parte que «no se debería establecer un vínculo entre el ‘Nord Stream 2’ y las diferencias existentes entre Rusia y Ucrania.
«Debemos resolver este conflicto y debemos resolverlo con conversaciones, esa es la oportunidad que tenemos ahora», defendió la titular de Defensa en una entrevista a la emisora alemana RBB.
El recién elegido canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó tras asumir el cargo que el proceso de aprobación es «completamente apolítico» y clasificó el gasoducto como un «proyecto del sector privado».
Para la Alemania, la importancia de ‘Nord Stream 2’ –un proyecto colosal que llevaría gas desde Rusia a Alemania atravesando el mar Báltico–, reside en que su economía necesita esta fuente de energía para hacer una transición ecológica y reemplazar el carbón y la energía nuclear.
En este contexto, la portavoz de la cartera de Exteriores rusa, Maria Zajarova, informó este jueves que la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, se reunirá este martes con su homólogo ruso.
Durante la visita de trabajo se abordará la tensa relación entre Berlín y Moscú, cuyas relaciones están en un punto bajo como resultado de numerosos conflictos.
En la reunión también está previsto un intercambio de opiniones sobre problemas internacionales, según Zajarova, sobre todo en lo que respecta a las exigencias rusas de garantías de seguridad jurídicamente vinculantes por parte de Estados Unidos y la OTAN.
Rusia exige que se ponga fin a la ampliación de la OTAN hacia el este y que no se acepte a Ucrania como socio de la alianza estratégica, argumentando que se ve amenazada por su expansión, y ha mencionado medidas militares si su exigencia es rechazada.
Zajarova añadió que en la reunión también se abordarán las «perspectivas de las relaciones ruso-alemanas» y los aspectos prácticos de la cooperación en materia comercial y económica, en asuntos culturales y humanitarios y en temas de memoria histórica.
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