Por tal razón, el intento de Macron fue dejar atrás el cambio realizado en 1976 por Valery Giscard d’Estaing, quien ‘aligeró' el matiz del color del símbolo para hacerlo más amigable al pueblo francés y asemejarlo al de la insignia de la Unión Europea.
La modificación fue dada a conocer en el libro Elíseo Confidencial, de los periodistas Eliot Blondet y Paul Larrouturou, pues Emmanuel Macron buscaba realzar el carácter revolucionario con un tono más vigoroso para la bandera de Francia, en respeto, también, al significado de la Revolución Francesa.
En una charla con el escenógrafo del Elíseo, Arnaud Jolens, Macron le encomendó retomar la de 1794, para volver a darle al azul el matiz oscuro tradicional de la bandera de Francia.
El proceso de cambio ha sido lento y, por el momento, solo se han sustituido las de algunos ministerios e instituciones así como las que ondean en el Elíseo.
0 comentarios:
Publicar un comentario