“Los cárteles mexicanos hoy controlan desde la hoja de coca hasta la venta de cocaína mezclada en una esquina de Nueva York”, tuiteó Petro, siendo senador, el 12 de agosto de 2019.
Aseguró que por esa razón, los cárteles de México “son más poderosos que Pablo Escobar o Carlos Castaño”, los capos de la droga más importantes que ha tenido Colombia.
Según el izquierdista, el siguiente paso de los narcotraficantes mexicanos “es cooptar el poder político colombiano”.
Aseguró también que al gobierno “se le fue de las manos el narcotráfico”, que de estar en manos de los paramilitares había pasado “a ser conducido por ejércitos privados de cárteles mexicanos”.
Dos años antes, Petro había advertido que el gobierno colombiano era consciente de la presencia de cárteles mexicanos en el país y que no había tomado medidas al respecto.
Petro adjunto fotos de memorándums enviados, por ejemplo, por la entonces canciller María Ángela Holguín al director de Migración, Christian Krüger, señalando que la Fiscalía General de la Nación había alertado “sobre el incremento de la participación de ciudadanos mexicanos en actividades de narcotráfico en el territorio nacional” y le pedía contactar a las autoridades mexicanas.
En su primer discurso tras el triunfo en las elecciones, Petro no mencionó en ningún momento el problema de tráfico de drogas que enfrenta el país; mucho menos el rol de los cárteles mexicanos. Sin embargo, durante su campaña expresó su oposición a reiniciar las fumigaciones aéreas de coca con glifosato, y propuso sustituir los cultivos de esa planta por otros de marihuana legal.
En enero pasado, Petro propuso “un diálogo judicial, que no político, para desmantelar pacíficamente el narcotráfico”.
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