Por ello, en diciembre de 2021 el país asiático decidió emitir un reclamo oficial a la Organización de Naciones Unidas, con motivo de mitigar los daños que los dispositivos de SpaceX están generando más allá de la atmósfera.
Dada la gran cantidad de basura espacial que está generando Elon Musk con Starlink y SpaceX, la Estación Espacial Tiangong tuvo que llevar a cabo “controles preventivos para evitar colisiones” durante dos “encuentros cercanos”. Según reporta Deutsche Welle, estos monitoreos precautorios se realizaron entre junio y octubre de 2021.
La situación es tan delicada, que el Ministerio de Asuntos Exteriores de China culpó a Elon Musk y Estados Unidos por no contar con el rigor necesario para controlar estos dispositivos. Por ello, además, presentaron una queja formal ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) hace poco menos de un mes.
“La estación espacial tuvo que cambiar rápidamente de rumbo en julio y octubre porque un satélite Starlink de SpaceX estaba en rumbo de coalición en cada caso”, dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Lo que es más. En ambos casos, los satélites artificiales de Musk ingresaron a órbitas que condujeron a los operadores chinos a cambiar el curso de sus actividades. Al publicarse en redes sociales, 87 millones de usuarios alrededor del mundo criticaron ácidamente a SpaceX por la irresponsabilidad con la que están administrando sus desechos espaciales.
Además de la alarma ecológica, científicos más escépticos de los proyectos de Musk aseguran que la basura espacial ya está representando un obstáculo para la observación astronómica. Aún así, el multimillonario sudafricano está convencido de que sus desarrollos son demasiado pequeños en comparación a la inmensidad del espacio exterior.
Originalmente, Elon Musk no respondió a las acusaciones de China, ni ofreció entrevistas con los medios globales. Sin embargo, en una entrevista para The Financial Times, el multimillonario sudafricano aseguró que “el espacio es ‘enorme’, y hay sitio para miles de millones de satélites”. Ya que, a comparación, sus dispositivos son realmente pequeños.
En la entrevista, a pesar de la insistencia del periodista Richard Waters, Musk no hizo alusión a su conflicto con China ni la Estación Espacial de Tiangong. A pesar de ello, China insiste en que el dueño de Tesla no cumplió con sus “obligaciones internacionales” en el espacio.
Por el contrario, según expresó el portavoz de la diplomacia china, Zhao Lijian, su actividad industrial en el espacio representa una amenaza para la humanidad:
“Esto constituye una amenaza grave para la vida y la seguridad de los astronautas chinos”, dijo Lijian en una conferencia de prensa.
Además de los posibles choques y accidentes letales que los astronautas podrían tener estando en órbita, la contaminación lumínica está siendo un problema de cada vez más preocupación para organizaciones ambientalistas. Los gases de efecto invernadero que implica llevar satélites al espacio son un asunto de emergencia cada vez más serio, por el crecimiento comercial que está teniendo el turismo espacial.
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