En su indicador para 2021 —el tercer año del presidente Andrés Manuel López Obrador— México descendió ocho posiciones en comparación con 2020, cuando se ubicó en el lugar 98, pero que habría representado una pérdida de hasta 60 sitios al contrastarse con 2019 cuando se colocó en lugar 150.
En este indicador, Yemen ocupa el primer lugar como la nación más frágil del mundo, seguido de Somalia y Siria, mientras que Finlandia (179), Noruega (178) e Islandia (177) se ubicarían en las últimas posiciones de la tabla.
Según el informe, México tendría una calificación de 69.9 puntos de un máximo de 120, lo que significa una evaluación inferior respecto al año pasado cuando obtuvo 67.2 puntos, con una variación de menos 0.5 puntos en los últimos cinco años y de menos 5.2 en la última década.
El Índice de Estados Frágiles se basa en cinco indicadores: de Cohesión, Económico, Político, Social e Influencia Externa para calcular lo que llaman la “vulnerabilidad de los estados al colapso”.
La metodología fue desarrollado por el FFP desde hace 25 años, y es la única en su tipo que evalúa factores como la seguridad pública y la militarización del país, la polarización en la sociedad, la fuga de talentos, la presencia de refugiados o la intervención extranjera.
La evaluación se genera a través de cientos de cuestionamientos validados por entidades como la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial o la Organización Mundial de la Salud; mientras que un equipo de investigadores revisa de forma independiente cada uno de los 178 países, proporcionando evaluaciones basadas en eventos clave de ese año, en comparación con el anterior.
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