Según una investigación de la televisión pública danesa Danmarks Radio (DR), Estados Unidos usó instalaciones danesas, al menos hasta 2014, para escuchar a altos dirigentes de Alemania, Suecia, Noruega y Francia, entre ellos la dirigente alemana Angela Merkel.
Macron reprobó el actuar de la Unión Americana y pidió una rápida respuesta. Comentó: “Espiar, muy claramente, no es aceptable entre aliados y socios. Me importa la relación de confianza que une a Europa y Estados Unidos. No hay lugar para sospechas. Esperamos claridad. Pido a nuestros socios daneses y estadounidenses que brinden esas revelaciones y eventos pasados”.
Según DR, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos accedió a SMS, llamadas telefónicas y actividades vía Internet (búsquedas, chats, servicios de mensajería de funcionarios); también figura el ministro de Relaciones Exteriores alemán de la época, Frank-Walter Steinmeier.
La investigación se fundamenta en un informe confidencial de la inteligencia militar danesa. Bautizado como “Operación Dunhammer”.
La ministra de Defensa danesa, Trine Bramsen, consideró “inaceptable el espionaje sistemático a aliados”. El ministro sueco de Defensa, Peter Hultqvist, afirmó que había estado “en contacto con el Ministerio de Defensa danés para preguntar si se habían utilizado plataformas danesas para espiar a políticos suecos”.
Además, se sumó Erna Solberg, primera ministra de Noruega, quien dijo: “Es inaceptable que países que mantienen una cooperación estrecha entre aliados, sientan la necesidad de espiarse”.
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