Se trata de la Estrategia Nacional para una Alimentación Sana, con la cual se pretende disminuir el consumo de productos industrializados, refirió Ramírez Cuevas, quien añadió que existe una dependencia de la población que recurre a este tipo de alimentos. En este sentido, indicó que en administraciones pasadas se priorizó la compra de productos en lugar de apostar por la producción de alimentos que generen un equilibrio y una vida saludable.
Ramírez Cuevas aseveró que la búsqueda de nuevos hábitos alimenticios se apoyará de la cultura milenaria con la que cuenta nuestro país. Y puso como ejemplo el maíz, un aporte de México al mundo.
El encargado de la Comunicación Social de la Presidencia aseveró que este proyecto es producto de una colaboración entre varias secretarías federales, entre las que se encuentran Bienestar, Salud, Agricultura y Desarrollo Social, Economía y Medio Ambiente; así como de instituciones entre las que figuran Conacyt y Profeco.
Por otro lado, María Luisa Albores refirió que con este proyecto se implementarán módulos en los que se facilite información sobre una alimentación sana. No obstante, la funcionaria precisó que para que esto rinda los resultados esperados se requiere de la formación y capacitación de la población, a la cual le pidió ser participativa.
Mientras que el subsecretario Hugo López-Gatell aseveró que el Covid-19 dejó de manifiesto la mala alimentación en el país, y advirtió que este mal histórico dejó vulnerable a un sector de la población que padece diabetes y obesidad durante la actual crisis sanitaria.
El funcionario resaltó la influencia que tiene la publicidad en los malos hábitos alimenticios de la población, por lo que, añadió, no se trata de una decisión personal. Además, acotó que también se buscará prolongar el tiempo de lactancia promedio que existe en México, ya que es uno de los más bajos a nivel global. Esto repercute en la alimentación deficiente con la que crece la mayoría de los menores del país, sostuvo.
0 comentarios:
Publicar un comentario