domingo, 13 de junio de 2021

Rusia, China y futuras pandemias, ‘enemigos comunes’ del G7

Inglaterra, 13 junio 2021.- Los líderes del G7 debatieron el sábado, segundo día de su cumbre en Inglaterra, sobre grandes desafíos internacionales, encabezados por la prevención de futuras pandemias, la preocupación ante la influencia rusa y un plan de infraestructuras para rivalizar con China.

El viernes tras casi dos años sin reunirse debido a la pandemia, los jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido se pusieron al trabajo y a ellos se unieron sus homólogos de Corea del Sur, Sudáfrica y Australia, invitados como India, cuyo primer ministro no acudió por la grave situación sanitaria en su país.

El primer ministro británico, Boris Johnson, protagonizó un nuevo rifirrafe con los europeos por su eterno desacuerdo en torno al Brexit.

Por iniciativa de Biden, el G7 lanzó un plan mundial de infraestructuras que invertirá cientos de miles de millones de dólares en «países de renta baja y media», buscando contrarrestar un proyecto chino denominado «nuevas rutas de la seda», que consiste en grandes obras destinadas a reforzar su influencia internacional.

Aunque «los distintos socios del G7 tendrán orientaciones geográficas diferentes», el proyecto «tendrá un alcance global, desde América Latina y el Caribe hasta África y el Pacífico», aseguró la Casa Blanca.

Bautizado «Reconstruir el mundo mejor», debe ayudar a esos países a recuperarse de la pandemia, centrándose en el clima, la salud, el desarrollo digital y la lucha contra la desigualdad.

«No se trata de empujar a los países a elegir entre Estados Unidos y China. Se trata de proponer otra visión y otro enfoque», afirmó un alto responsable estadounidense.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se congratuló del retorno de la «solidaridad» y la «cooperación» en el seno del G7.

Es una alianza necesaria frente a Rusia y los retos de seguridad que plantea a Europa, añadió en un tuit, expresando la preocupación de las grandes potencias por Bielorrusia, donde los opositores al presidente Alexander Lukashenko están siendo duramente reprimidos.

En el plano sanitario, tras prometer el viernes donar mil millones de vacunas del covid-19 a otros países, los líderes buscaron la manera de evitar nuevas crisis.

En una «Declaración de Carbis Bay», las «principales democracias del mundo se comprometerán a evitar que vuelva a producirse una pandemia mundial, para que la devastación causada por el covid-19 no se repita», aseguró Johnson, calificando este acuerdo de «momento histórico».

Entre sus compromisos, reducir el tiempo de desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnósticos, con la esperanza de estar listos en menos de 100 días para hacer frente a una enfermedad repentina.

También reforzar la vigilancia sanitaria y reformar la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacerla más fuerte.

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