Mélanie Joly y sus pares se reunirán este jueves tras los disturbios provocados por la muerte de la iraní Mahsa Amini el mes pasado cuando estaba retenida por la policía de la moral de Teherán, lo que ha desencadenado uno de los desafíos más difíciles para la República Islámica desde la revolución de 1979.
"Mis pares y yo nos reuniremos para enviar un mensaje claro: el régimen iraní debe poner fin a todas las formas de violencia y persecución contra el pueblo iraní, incluidas sus brutales agresiones contra las mujeres en particular", dijo Joly.
"Canadá seguirá apoyando a los valientes iraníes que luchan por sus derechos humanos y defienden a sus madres, hermanas, esposas e hijas. Los derechos de las mujeres son derechos humanos", agregó.
Durante la reunión virtual, las cancilleres escucharán a mujeres de origen iraní y debatirán sobre la situación de los derechos humanos y de las mujeres en Irán, dijo la oficina de Joly. Se les dará la oportunidad de coordinar esfuerzos y debatir sobre "formas de aumentar el apoyo colectivo al pueblo iraní".
Canadá se ha unido a otras naciones, entre ellas Estados Unidos, en la imposición de sanciones a Irán.
Aunque los actuales disturbios no parecen estar cerca de derrocar al Gobierno iraní, la situación ha suscitado la preocupación internacional, ya que las conversaciones sobre la capacidad nuclear de Irán parecen estar en un punto muerto y Teherán ha pasado a apoyar la invasión de Rusia en Ucrania, desafiando a Occidente.
Irán ha acusado a los países que han expresado su apoyo a las protestas de inmiscuirse en sus asuntos internos.
El foco de atención sobre las mujeres iraníes continuó el miércoles, cuando la alpinista Elnaz Rekabi, que causó controversia al competir en un concurso internacional sin velo, regresó a Irán.
Amini, originaria de la región iraní del Kurdistán, murió el 16 de septiembre tras ser detenida tres días antes por la policía de la moral en Teherán por su "vestimenta inapropiada".
Los líderes religiosos iraníes han intentado presentar los disturbios como parte de un levantamiento de la minoría kurda que amenaza la unidad de la nación, y no como una protesta contra el gobierno clerical.
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