En su análisis ejecutivo, el centro que forma parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) indicó que actualmente se presentaron nuevos desafíos en las cadenas de oferta de diversos bienes y servicios que no se regeneraron tan rápido, los costos de procesos se multiplicaron y la incertidumbre volvió a crecer.
Además la economía global enfrenta la invasión rusa en Ucrania, que continúa desestabilizando al mundo por la crisis geopolítica y que propicia un aumento de precios en insumos en las cadenas agroalimentarias.
"Para México se estima un crecimiento de 2.1 por ciento para 2022, y de 1.2 por ciento en 2023. Hacia adelante la economía global enfrenta riesgos a la baja y México no está exento de riesgos en el futuro cercano. Los pronósticos apuntan a una desaceleración importante en 2023, cómo se percibe en prácticamente todos los países", advirtió.
En ese sentido el organismo empresarial destacó que México puede verse afectado ante la contracción de liquidez a nivel global, y un menor apetito por deuda de los países emergentes, que podría afectar seriamente al país.
"Habrá que seguir con atención hasta qué punto México será tratado como una excepción o también sufrirá las consecuencias de la contracción financiera internacional, como depreciaciones fuertes del peso", resaltó.
Indicó que dentro de la situación global plagada de riesgos, México tiene grandes oportunidades en la “desglobalizacion” o las tendencias hacia la relocalización de la producción que se presentan en el mundo.
"Hay que aprovechar rápidamente estas oportunidades. Para ello, habría que adoptar diversas políticas específicas, además de una actitud oficial de bienvenida a la inversión privada nacional y extranjera", argumentó el Ceesp.
Por último señaló que en México se podría con la colaboración del sector privado, organizar y distribuir información acerca de oportunidades de ocupar espacios de actividad en Estados Unidos que abandona China y otros para beneficio de territorio mexicano.
0 comentarios:
Publicar un comentario