“Es claramente la voluntad del grupo parlamentario conservador que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro”, afirmó Boris Johnson, de 58 años de edad, al anunciar su renuncia en un mensaje a la nación frente a la célebre puerta negra del número 10 de Downing Street.
Tres años después de llegar triunfante al poder, Johnson se vio obligado a renunciar tras perder el apoyo de su partido a raíz de incesantes escándalos. El escándalo ético más reciente en torno de su liderazgo hizo que medio centenar de legisladores abandonaran el gobierno, así como varios ministros y funcionarios de diversos rangos.
El todavía primer ministro británico indicó que la próxima semana se anunciará un cronograma para la elección del liderazgo y que servirá junto a su gabinete hasta que se establezca un nuevo líder; además, nombró a nuevos ministros y secretarios de Estados para reemplazar al alud de dimisionarios.
El Partido Conservador deberá ahora elegir durante el verano a un nuevo dirigente para reemplazar a Boris Johnson, probablemente a partir de octubre; quien será su nuevo líder y, por consiguiente, jefe del Gobierno británico.
En la puerta de su residencia de 10 Downing Street, Boris Johnson dijo que estaba “enormemente orgulloso de los logros de este Gobierno”, desde el Brexit hasta guiar el país a través de la pandemia y liderar la respuesta de Occidente a la invasión rusa de Ucrania, pero reconoció que “en política, nadie es ni remotamente indispensable”.
Los acontecimientos se aceleraron a primera hora de este jueves, cuando ya habían dimitido casi 60 miembros del gobierno de Johnson en una incesante sangría que comenzó el martes con la salida de dos pesos pesados: el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el de Sanidad, Sajid Javid.
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