Amalia Pulido ha sido una crítica del Movimiento de Regeneración Nacional Morena, al que ha definido como un partido no profesional sin estructura como las que tiene el PRI o el PAN, en recientes publicaciones. También sus incisivas críticas al Presidente de la República, Manuel López Obrador, “pone en duda su desempeño y su actuación de forma congruente e imparcial de la responsable del árbitro de la elección 2023, cuando se renovará la gubernatura”, advirtió el legislador de Morena Faustino de la Cruz Pérez.
“Es inviable seguir con instituciones electorales que en realidad responden a intereses de grupos, por lo que Morena se mantendrá atento al desempeño de Amalia Pulido, pues está casada con Bernardo Almaraz, actual titular del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología, quien se desempeñó como Jefe de la Oficina de Enlace de la Gubernatura del Estado de México con Alfredo Del Mazo Maza”.
Confió en que se comporte de “manera imparcial y no como una extensión del PRIAN”; partidos que ella misma define como “profesionales”, que no fueron de mucha utilidad en las anteriores elecciones, cuando perdieron en las urnas cuatro de seis gubernaturas, aún con alianzas vergonzosas, sentenció.
El legislador advirtió que su partido (Morena) y la bancada del Congreso Local “actuarán con los medios necesarios para defender, dentro del marco legal, el orden público y la democracia, durante el proceso electoral del 2023, cuando se espera un triunfo rotundo de nuestro partido para relevar al PRI en el gobierno estatal”.
E insistió: “Nuevamente el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y el Instituto Nacional Electoral (INE) exhibe sus sesgos partidistas”, al determinar como árbitro de la elección a Amalia Pulido como nueva presidenta del órgano electoral estatal para el 2022-2029, quien también será responsable de organizar la elección presidencial junto con la renovación de las presidencias municipales, así como diputaciones locales y federales.
También, subrayó que “la propuesta que ha hecho el presidente de la República de una reforma profunda en el país conlleva que los organismos estatales puedan dejar de funcionar, por significar un alto costo al pueblo, por lo poco transparente que son y porque se han convertido en cuotas de poder de los partidos políticos y convierten a la sociedad en sus rehenes para servir más a los intereses de grupos”.
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