Indira Vizcaíno, quien llegó a la gubernatura abanderada por la coalición Movimiento Regeneración Nacional (Morena)-Nueva Alianza, se convirtió en la primera mandataria de alternancia en Colima, estado que siempre había sido gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y es la segunda mujer en gobernar la entidad. La primera fue Griselda Álvarez (1979–1985).
“Colima no aguanta, Colima no merece y Colima no va a tener sexenio más de malos gobiernos, indolentes, insensibles, corruptos y alejados de la gente, se marca el fin de una era política y se revisará el pasado para castigar las irregularidades”, dijo la morenista de 34 años al asumir como Gobernadora, cargo que ocupa a partir de este 1 de noviembre y hasta el 2027.
Esa revisión al pasado de la que habla Indira Vizcaíno comenzará con su predecesor, el priista José Ignacio Peralta Sánchez, quien gobernó la entidad de 2016 a 2021 y que deja una entidad con problemas de deuda e inseguridad, como él mismo lo reconoció el pasado 31 de octubre.
En materia de seguridad, Colima pasó de ser uno de los estados con menos índices delincuenciales a ocupar los primeros lugares en homicidios dolosos y feminicidios, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo. En los primeros nueve meses de este año se registraron 406 homicidios dolosos, 856 lesiones dolosas, cuatro feminicidios, cinco secuestros y 63 casos de extorsión.
Esta violencia en la entidad provocó que el Gobierno de Canadá llamara a sus ciudadanos a evitar los viajes no esenciales a Colima y 12 estados más en México.
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