sábado, 30 de octubre de 2021

Paquistaní preso en Guantánamo detalla torturas de la CIA

Washington, USA, 30 octubre 2021.- Un paquistaní preso en la base militar estadounidense de Guantánamo dijo a un jurado que fue violado, golpeado y asfixiado por interrogadores de la CIA, en el primer testimonio público de torturas a un detenido tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Majid Khan fue sentenciado a 26 años de prisión por el jurado el viernes después de declararse culpable de ayudar a Al Qaeda en 2002, según un portavoz de las comisiones militares de Guantánamo.

Con base en un acuerdo previo de culpabilidad podría ser liberado el año próximo tras pasar 19 años bajo custodia estadunidense.

La sentencia se dictó después de que el jueves hiciera un relato, hasta ahora jamás permitido a nadie, de las atroces torturas a las que fue sometido por interrogadores de la CIA durante tres años. La narración fue admitida como parte del acuerdo de culpabilidad.

Khan dijo a la corte que pasó días encadenado, a veces colgando, sin comida ni ropa, en celdas oscuras con música a todo volumen y guardias rociándolo con agua helada.

En locales secretos de la CIA en países no identificados, fue colocado encapuchado en una tina de agua helada con la cabeza sumergida.

Desde que fue capturado en Karachi el cinco de marzo de 2003, Khan dijo a los interrogadores que admitía haber trabajado para Al Qaeda y les dio información.

"Cada vez que me torturaban, les decía lo que esperaban escuchar. Les mentía para que acabaran los abusos", dijo en su declaración de 39 páginas divulgada por sus abogados. Sin embargo, añadió, "cuanto más cooperaba y les contaba, más me torturaban".

Pasó días encadenado y los interrogadores amenazaban con lastimar a su familia en Estados Unidos y violar a su hermana. Sus anteojos, sin los cuales dice que es casi ciego, se rompieron a comienzos de detención y demoró casi tres años que le dieran otros.

Pasaba varios días privado de sueño al punto de quedar aturdido. "Recuerdo alucinar, ver una vaca, una lagartija gigantesca. Perdí el sentido de la realidad", dijo.

Lo peor, dijo, fueron los reiterados enemas y la forzada alimentación anal que lo dejaron permanentemente lastimado. En un momento, dijo, le introdujeron en el recto una manguera de jardín, aparentemente para rehidratarlo.

En su acuerdo judicial de 2012 admitió ante la corte que participó de un plan para matar al presidente de Pakistán. También admitió haber llevado 50 mil dólares a aliados indonesios de Al Qaeda para financiar la destrucción de un hotel con una bomba.

"No soy el joven impresionable, el vulnerable muchacho que era hace 20 años", dijo el jueves en la corte. "Rechazo a Al Qaeda, rechazo al terrorismo", añadió.

Su testimonio está respaldado por la propia investigación del Senado de Estados Unidos sobre el uso de la tortura por parte de la CIA después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

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