El desfogue de la presa La Villita, ubicada en los límites de Michoacán y Guerrero, hizo crecer el caudal del Río Balsas y este emblemático afluente se desbordó en la orilla de Guacamayas, poblado perteneciente al municipio de Lázaro Cárdenas.
La crecida de agua se llevó 49 enramadas donde tradicionalmente se expedía comida y había actividades recreativas. Los propietarios de estos restaurantes instalados en la ribera del Balsas perdieron el patrimonio de hasta 30 años de trabajo.
El vaciado preventivo de “La Villita” empezó la tarde del viernes, según autoridades federales continuará todo el fin de semana.
Hasta el momento no se reportan víctimas humanas. El estado de alerta sigue tras el paso de “John”, fenómeno meteorológico extinguido en la sierra michoacana luego de causar estragos en Guerrero y Oaxaca.
En la costa michoacana llueve intermitentemente. Elementos de Protección Civil monitorean todo el día arroyos y ríos.
En el municipio de La Huacana, el reblandecimiento de la tierra, por el paso de John, provocó que se desplomara un pues vehicular, ubicado en la carretera libre Cuatro Caminos- Lázaro Cárdenas, a la altura de la comunidad el Cupuncillo, perteneciente al municipio de La Huacana.
El gobierno estatal pidió “la declaratoria de desastre natural por daños tras el paso de John”, según lo dicho por autoridades estatales, los municipios con mayor afectación son Huetamo, San Lucas, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Arteaga, La Huacana, Aguililla, Aquila y Coahuayana, algunas de las comunidades afectadas de han quedado incomunicadas, por lo que se necesitan víveres.
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