martes, 10 de septiembre de 2024

Guerra en Culiacán: El Mayo vs. Los Chapitos un conflicto violento y mortal

Culiacán, 10 septiembre 2024. En la calurosa mañana del 9 de septiembre, Culiacán se convirtió en un escenario de caos y violencia desmedida. La batalla que se desató en las calles de esta ciudad sinaloense no era un simple enfrentamiento; era un reflejo de la lucha por el poder entre dos de las facciones más temidas del crimen organizado en México: la gente de Ismael "El Mayo" Zambada y los seguidores de Iván Archivaldo Guzmán, conocido como Los Chapitos.

Todo comenzó con un ataque coordinado por El Comanche, uno de los líderes leales a El Mayo. Su objetivo era Joaquín García, un operador clave de Los Chapitos y cercano a Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán. La intención de El Comanche era clara: eliminar a un rival estratégico y debilitar la influencia de Los Chapitos en la región.

La tensión en Culiacán escaló rápidamente cuando las fuerzas de El Mayo abrieron fuego contra el Ejército, que se dirigía hacia el lugar del enfrentamiento para intentar controlar la situación. La acción agresiva fue una maniobra desesperada para proteger a sus aliados y evitar que las fuerzas militares interfirieran en su operación. Lamentablemente, el fuego cruzado resultó en la herida de dos soldados, uno de los cuales murió horas después en el hospital.

Pero esta batalla no fue un incidente aislado. El conflicto entre El Mayo y Los Chapitos es parte de una serie de eventos que han marcado el recrudecimiento de la violencia en Sinaloa. El 25 de julio, Joaquín Guzmán García, conocido como El Güero Moreno y uno de los hijos de El Chapo Guzmán, se entregó a las autoridades estadounidenses junto con Ismael Zambada. Inicialmente se pensó que ambos se habían entregado en Texas, pero la verdad resultó ser mucho más compleja.

Una carta revelada por el abogado de El Mayo desveló una trama intrigante: la entrega de El Mayo y su compañero Zambada no fue una simple capitulación, sino una emboscada. La reunión en la que supuestamente se iba a mediar entre el gobernador Rubén Rocha Moya y el exrector Héctor Cuén Ojeda resultó ser una trampa. El Mayo fue capturado y trasladado a Estados Unidos en un avión privado por orden de Guzmán García, quien también estaba involucrado en la muerte de Cuén Ojeda.

La carta escrita por El Mayo antes de su captura pedía a sus seguidores que mantuvieran la calma y evitaran la violencia: "Nada se resuelve con violencia. Ya hemos recorrido ese camino y todos perdemos." Sin embargo, las palabras de El Mayo parecen estar en contraste con la realidad de la violencia desenfrenada que se vive en Sinaloa.

El impacto de este conflicto va más allá de las muertes y heridos. La violencia entre El Mayo y Los Chapitos ha intensificado el caos en una región ya marcada por la criminalidad. La pregunta ahora es cómo este enfrentamiento afectará la dinámica del poder en Sinaloa y si alguna vez se alcanzará una paz duradera.

La lucha por el control territorial y el poder entre estos grupos criminales es un reflejo de una crisis más amplia en México. A medida que la violencia se intensifica, la población civil sigue sufriendo las consecuencias de una guerra que parece no tener fin.

La batalla entre El Mayo y Los Chapitos en Culiacán es un claro ejemplo de cómo la lucha por el poder puede llevar a niveles extremos de violencia.

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