Este incremento llevó la inflación general anual a situarse en un 5.57%. Este cambio significativo en los índices de precios al consumidor ha dejado a muchos preguntándose sobre las causas y las posibles soluciones.
El índice de precios subyacente, que excluye alimentos y energía, también ha mostrado un comportamiento preocupante. Este índice aumentó un 0.32% a tasa mensual y un 4.05% a tasa anual. Por otro lado, el índice de precios no subyacente ha registrado un alza notable del 3.29% mensual y un impactante 10.36% anual. Estos datos reflejan una tendencia que podría afectar el poder adquisitivo de los mexicanos y la estabilidad económica del país.
El Inegi presentó una tabla que muestra la variación e incidencia del índice de precios al consumidor de algunos productos genéricos. Entre los productos que vieron un aumento en sus precios, destacan el jitomate, que ha experimentado un incremento del 33.34%, seguido por el gas doméstico LP con un 6.70%. Otros productos como la naranja y la cebolla también han visto aumentos significativos, del 18.57% y 25.08%, respectivamente.
La gasolina de bajo octanaje ha aumentado un 1.14%, lo que también afecta el transporte y, en consecuencia, los precios de otros productos. En contraste, algunos productos han visto una disminución en sus precios, como el chile serrano, que ha caído un 18.35%, y la uva, que ha disminuido un 18.97%. Aunque estas caídas pueden ofrecer un respiro temporal, no son suficientes para contrarrestar el impacto de los aumentos en otros productos esenciales.
0 comentarios:
Publicar un comentario