Cuernavaca, 3 mayo 2024. El comisionado estatal de seguridad pública, el Almirante José Antonio Ortiz Guarneros, reveló que el Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, no fue víctima de un secuestro exprés, sino que fue encontrado en un motel de Cuernavaca donde ingresó el fin de semana con un hombre.
Entrevistado previo a la ceremonia del 212 Aniversario del Rompimiento del Sitio de Cuautla, el funcionario aseguró que los reportes de la policía indican que el jerarca católico se encontraba en buen estado de salud cuando el sábado por la tarde entró a un hotel en Ocotepec.
El lunes, al no conocer su paradero, la Conferencia del Episcopado Mexicano, emitió un comunicado donde manifestó su preocupación por la desaparición del Obispo y pidió a los gobiernos de Morelos y Guerrero, llevar cabo las investigaciones para localizarlo.
El mismo fiscal Uriel Carmona llegó al hospital general de Cuernavaca, José G. Parres, donde se encontraba un hombre con las características del Rangel Mendoza. El reporte del hospital indicó que la administración del motel Real de Ocotepec pidió una ambulancia para trasladar a un adulto mayor al hospital, ya que aparentemente se encontraba inconsciente en una de las habitaciones.
El Clérigo ingresó al hospital en calidad de desconocido, ya que no portaba identificación alguna o teléfono celular.
El fiscal estatal llegó con representantes de la Diócesis de Cuernavaca al nosocomio quienes reconocieron al Obispo y minutos después Carmona declaró a los medios que el Obispo había sido víctima de un secuestro exprés. Incluso el abogado de Rangel Mendoza, Pedro Martínez Bello, dijo que a su cliente lo privaron de la libertad después de acudir a una pizzería en el municipio de Emiliano Zapata y realizaron varios retiros de sus tarjetas bancarias.
Este miércoles el secretario de gobierno, Samuel Sotelo, encargado del Poder Ejecutivo de Morelos, manifestó que no había indicios de que el Obispo fuera víctima de algún delito. Los exámenes toxicológicos que le realizaron al clérigo revelan un consumo de cocaína y benzodiacepinas, además de que había en la habitación pastillas de sildenafil.
Este jueves el comisionado de seguridad pública echó abajo la versión de la fiscalía y advirtió que será Uriel Carmona el que aclare porqué se aventuró a decir que se trató de un secuestro exprés.
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