“Dos Bocas comenzará en 2025, con mucho retraso y por encima del presupuesto”, expone el documento Petróleo 2023, análisis y perspectivas hacia 2028 elaborado por el organismo internacional.
Los datos que Petróleos Mexicanos (Pemex) ha hecho públicos indican que de la promesa de que la obra iba costar 8 mil millones de dólares, su valor final será de al menos 17 mil millones de dólares.
Además, la IEA indicó que la edificación de esta refinería, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios, aunada a las reestructuraciones en Estados Unidos y otra reciente en Brasil, contrasta con el rumbo global del sector.
De acuerdo con el informe, los cierres anunciados de capacidad de refinación ascienden a 1.6 millones de barriles, de los cuales aproximadamente 40% están en Estados Unidos y Europa.
El documento con fecha de junio pasado señaló en repetidas ocasiones que la nueva refinería mexicana va a operar a toda capacidad hasta 2025.
Sin embargo, el gobierno federal asegura que será en diciembre de 2023 cuando al menos esté a 85% de su capacidad.
Luis Miguel Labardini, socio de Marcos y Asociados, Consultora Energética, comentó que para que México pueda alcanzar los objetivos de refinación se deberían invertir en rehabilitación al menos 2 mil millones de dólares a cada una de las seis refinerías que ya operan en el país, cuando este gobierno ha invertido apenas poco más de 3 mil millones de dólares en todas.
Esta situación complica los objetivos de la actual administración de lograr la autosuficiencia energética el próximo año, al producir las gasolinas y el diésel que se consume y sin importar petrolíferos.
Para que suceda, los expertos coinciden en que las refinerías deberían operar a 60% o 70% de su capacidad, y no a 50%, como lo hacen ahora, con todo e inversiones.
El análisis de la IEA también mostró que las perspectivas de México “se deterioran” en el sector petrolero, pues sólo después de Rusia, el país registra la mayor pérdida de producción entre los integrantes de la OPEP+ luego de que el volumen promedio es de un millón 500 mil barriles diarios.
“Su disminución a largo plazo en la producción de petróleo muestra un breve respiro en 2022-2023, a medida que el campo Quesqui se intensifica. El sector ha tenido altibajos desde la pandemia, cuando Pemex restringió severamente las inversiones”, subrayó el informe.
“Para frenar el declive en años posteriores, será crucial poner en funcionamiento los campos Zama y Trión. La salida de Equinor del país y la serie de agujeros secos de shale (fracking) han generado dudas sobre las perspectivas de crecimiento a largo plazo de México”.
Expertos señalan que el sector energético en México está mostrando debilidad en la refinación por los años en que se dejó de invertir en mejoras y mantenimiento en las seis refinerías nacionales.
A esto se añade el recorte de presupuesto para exploración y producción en campos para 2024, pues se proyecta que Pemex contará con 36% menos recursos en el último año de esta administración, que ha asegurado ser la que más ha apoyado a la petrolera.
No va a ser de la noche a la mañana cuando se dejen de utilizar los coches de combustión interna. Ahora Pemex puede estar planeando la salida de una o más refinerías viejas por la nueva, es algo que veremos, pero sí es una realidad que la demanda crece y esa refinería ayudará a Pemex cuando esté en marcha”, afirmó.
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