Sin embargo, el propio presidente y tres magistrados más rompieron el quorum legal, evitando así que se concretara el relevo.
El conflicto en el Poder Judicial de Morelos se agudizó con la detención del fiscal Uriel Carmona Gándara, quien mantenía un enfrentamiento con el magistrado presidente derivado de la libertad otorgada a un sujeto acusado de ser el homicida de tres trabajadores de la salud en el municipio de Huitzilac, además de formar parte de un cártel de talamontes en ese municipio.
Pero lo que se ha cuestionado a Gamboa Olea al interior del Tribunal Superior es su cercanía con el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, así como la acusación e investigación en la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, por acoso sexual y hostigamiento laboral del magistrado presidente contra tres mujeres que laboraban en el Poder Judicial.
Este lunes el Tribunal Superior de Justicia regresó de vacaciones. Durante la mañana, Gamboa Olea ofreció un mensaje de reinicio de labores. A las 16 horas se inició la sesión del pleno para determinar, entre otras cosas, la conformación de las tres salas regionales y la sala auxiliar. Sin embargo, a las 18:30 horas la sesión se vio interrumpida. La versión del magistrado presidente es que en ese momento se declaró un receso.
Sin embargo, los magistrados opositores decidieron seguir con la sesión. El magistrado Rafael Brito Miranda aseguró que el receso no se había votado, así que en uso de la palabra presentó una propuesta para destituir a Gamboa Olea. Ante la solicitud, el aludido se levantó de la mesa y salió de la sala, seguido de dos magistradas y un magistrado.
Brito Miranda intentó continuar con la sesión. Pidió a sus ocho compañeros presentes elegir ahí mismo a un sustituto, dado “el abandono de sus funciones” del magistrado presidente. Al mismo tiempo, el oficial mayor Alberto Emmanuel Espinoza Adán y la secretaria general Juana Morales Vázquez, se levantaron de sus lugares y salieron también de la sala.
En ese momento, Brito Miranda y la magistrada Martha Sánchez Osorio intentaron detenerlos. “Oficial mayor le pido que se quede porque es su responsabilidad. Amén de la responsabilidad en que puede incurrir”, dijo el primero. “Secretaria general, se le convoca para que se le reintegre. Está incurriendo en un delito”, dijo la segunda, mientras abandonaron la sala los funcionarios.
En ese momento, Brito Miranda pidió a sus compañeros determinar cómo continuarían la sesión, hizo notar que en la sala había un notario público que daba fe de los hechos y del “abandono” de sus funciones en que había caído el magistrado presidente. Sin embargo, ahí cundió la confusión y los magistrados presentes ya no supieron que hacer.
Brito Miranda leyó un extenso documento en el que fundaba su petición de solicitar la destitución de Gamboa Olea, y luego nada. Los magistrados se fueron poniendo de pie y abandonando la sala uno a uno. El intento por remover al magistrado presidente fracasó, pero deja en claro la fractura del Poder Judicial en la entidad.
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