El Senado estadounidense confirmó, la semana pasada, el nombramiento de Julie Turner, directora para los asuntos de Asia Oriental y el Pacífico en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, como enviada especial para los derechos humanos de Corea del Norte. El presidente de EU, Joe Biden, la nominó como enviada, en enero.
Un portavoz de la Asociación para los Estudios de los Derechos Humanos de Corea del Norte llamó a Turner mujer de "origen y nacionalidad ambiguos" y dijo que ella ganó "mala reputación" por planear campañas anti-Pyongyang sobre los asuntos de derechos, "soltando invectivas groseras" contra el Norte, en el pasado.
Según dijo el funcionario norcoreano, en un comunicado publicado por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), Turner es una persona "ignorante" incluso del concepto de derechos humanos o una "abusadora" de los derechos humanos que personifica la "mala costumbre inveterada" de EU de disfrutar de entremeterse en los asuntos internos de un Estado soberano y difamarlo.
Corea del Norte dijo que el nombramiento de EU de "una mujer tan malvada" demuestra, claramente, la intención hostil de Washington contra el Norte, advirtiendo que esto puede provocar una contramedida "más fuerte y despiadada que nunca".
El funcionario indicó que EU debe ponderar todas sus palabras y acciones, siendo consciente de que los "asuntos de los derechos humanos en Corea del Norte" pueden volverse en su contra, acarreando asuntos graves de seguridad.
El Norte se ha enfurecido, durante mucho tiempo, por la crítica de la comunidad internacional sobre su abuso de los derechos humanos, llamándolo un intento de EU de destruir su régimen.
Durante la audiencia de confirmación del Comité de Asuntos Exteriores del Senado estadounidense, en mayo, Turner dijo que, de ser designada, trabajará para responsabilizar a quienes violen y abusen de los derechos humanos en el país reclusivo.
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