Como símil del discurso de Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI nacional, quien desvaloró la renuncia de Fayad, de la dirigencia priista estatal y de los ocho diputados que integraban el grupo parlamentario tricolor en el Congreso de la entidad, el recién designado presidente del CDE, el también diputado federal Marco Antonio Mendoza Bustamante, insistió en que quienes renunciaron no representaban los intereses de la militancia, sino que actuaban en contubernio con los gobiernos morenistas.
Mendoza reiteró que “el PRI no es de nadie”, en alusión a la salida de otrora militantes que ocupaban posiciones públicas y partidistas, y siguen la directriz del exmandatario estatal.
Asimismo, la secretaria general del CDE, Jenny Márquez Méndez –también parte del grupo Viggiano y quien se mantuvo en la posición tras las renuncias en el seno de la dirigencia–, hizo un llamado a los simpatizantes para “recuperar la grandeza” del partido, que en 2022 perdió, tras 93 años de mandatos ininterrumpidos, la gubernatura estatal, y tras la dimisión de sus ocho legisladores locales se quedó sin representantes en el Poder Legislativo local por primera vez en la historia.
Después de la renuncia de Fayad tras más de 40 años en el priismo, el 15 de junio, así como de la bancada y parte de la dirigencia encabezada por el también legislador Julio Valera Piedras, el día 20, Viggiano, secretaria general del CEN del PRI, reclamó: “Quienes hoy renuncian nos dejan claro que sólo usaron al PRI para ocupar posiciones, prueba de ello es que renuncian al partido, pero no al cargo por el que cobran”.
Sin mencionarlo, se refirió a Fayad y el periodo en el que controló el priismo local, durante su mandato: “Rescatemos lo que por 6 años estuvo cooptado por la exclusión, la frivolidad y los intereses personales”.
Por su parte, “Alito” Moreno consideró al exgobernador hidalguense “una vergüenza para el PRI”, y pidió que se le investigue por probable responsabilidad en el mecanismo de desvíos a través de simulación de servicios y transferencias a empresas fantasma que las autoridades en el estado, ahora a cargo del morenista Julio Menchaca Salazar –otrora priista– han denominado “La estafa siniestra”.
Moreno Cárdenas sostuvo que el exjefe del Ejecutivo estatal y sus seguidores no representan nada para su partido, que hicieron “el trabajo sucio” para Morena –pues insistió en un proceso de transición pactado– y que están muertos de miedo de que los metan a la cárcel.
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