El grupo de unos 200 hombres armado con palos y rifles derribo la puerta principal de la sede del gobierno municipal, exigían la presencia del presidente municipal, Marco Antonio Díaz.
Los inconformes capturaron a tres taxistas que intentaron bloquear su pasó a la cabecera municipal. Golpearon a dos, mientras que quemaron el vehículo del tercero, un hombre de la tercera edad.
Luego de conversaciones encabezadas por el director de obras públicas se consiguió que los inconformes se trasladarán a su pueblo llevando a los tres taxistas y a funcionarios del municipio.
Para obligar a los pueblos vecinos a apoyarlos, pobladores de Agua Amarga taponearon canales de agua de poblados vecinos como Cochisquila.
La tensión subió porque los inconformes exigen la presencia del presidente municipal, que no se había presentado
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