jueves, 11 de mayo de 2023

'Los Escorpiones' rompieron la tregua… y Tamaulipas ardió

Tamaulipas, 11 mayo 2023. En la segunda semana de julio de 2021, la ciudad de Tampico fue la sede de una cumbre narca entre los liderazgos más influyentes de las distintas facciones del Cártel del Golfo. El cuartel fue una casa cerca de la Playa Miramar, a donde llegaron los “hermanos” engendrados por Osiel Cárdenas Guillén: Los Escorpiones, Los Ciclones, Los Metros, Los Panteras y Las Fuerzas Especiales Grupo Sombra. Todos se habían jurado una guerra a muerte acusándose mutuamente de traición.

Fuentes militares aseguran que, en cuanto el aparato federal de inteligencia criminal detectó aquel cónclave criminal, planearon cómo rodear aquella casa con salida hacia Ciudad Madero, pero el operativo se canceló cuando descubrieron que la reunión planteaba una tregua en Tamaulipas “Nos dimos cuenta que lo mejor era que, si la cita era para plantearse una tregua, había que dejar que hablaran. No nos metimos. Fue un asunto de estrategia”, reveló uno de los militares. 

Los convocantes a la cumbre narca eran cercanos al R-3, Héctor Crescencio de León Fonseca, quien había sido detenido en 2016 y luego puesto en libertad por un juez federal por supuestos errores de elementos de la Policía Federal en el llenado del reporte de aprehensión.

Al mando del R-3, Los Rojos controlan Tampico, Ciudad Madero, Altamira y partes de Tamuín y Ciudad Valles en San Luis Potosí. En los municipios donde están asentados: hay cobro de derecho de piso, pero no balaceras; hay huachicol, pero no secuestros masivos; hay tráfico de indocumentados, pero no bloqueos con autos incendiados. En sus “plazas” hay vida nocturna y comercios abiertos comparada con la violencia que se sufre en Reynosa, Matamoros o Nuevo Laredo.

Los detalles sobre aquella reunión no son conocidos, pero sí es bien sabida una de las consecuencias inmediatas del cónclave pedido por Los Rojos: durante la madrugada del 26 de julio, miembros del Cártel del Golfo hicieron una acción coordinada por las principales ciudades de Tamaulipas y colgaron decenas de mantas con el mismo mensaje. “Atención”, se leía en grandes letras negras que coronaban un mensaje que dio un alivio temporal a la sociedad tamaulipeca.

“A toda la ciudadanía del estado: por medio del presente les hacemos de su conocimiento que hoy día 19 de julio (probablemente la fecha de la reunión) pactamos la tregua de la tranquilidad y nos solidarizamos con el pueblo y con principio e ideologías coherentes a generar paz”.

Luego, junto a una paloma blanca con una guirnalda en el pico, firmaban los responsables del acuerdo: Escorpiones, Primitos, Metros y Los Rojos. Faltaba la firma de Las Panteras y Fuerzas Especiales Grupo Sombra, pero en el estado había una tenue esperanza de que pronto sus rúbricas se unirían al pacto de paz y que al estado le esperaban mejores días.

Pero entre este 28 de abril y 2 de mayo, ni siquiera las habilidades de negociación de gente cercana al R-3 pudieron alargar el cese al fuego entre los brazos armados.

Los Escorpiones, como el grupo más poderoso y de mayor poder de fuego, se arrojaron a Matamoros. Los Ciclones, a pelear San Fernando. Los Metros a proteger Reynosa y La Ribereña. Todos contra todos en los municipios de Nuevo Laredo, Jiménez, Burgos, Abasolo, Soto La Marina, Río Bravo. Y Los Rojos a proteger sus “plazas”. Sin tregua de por medio, Tamaulipas se volvió en estos días un campo de batalla que dejó, al menos, cinco muertos, decenas de bloqueos, cientos de negocios cerrados, miles de vecinos encerrados. Y un estado que rozó la paz, pero que no logró disfrutarla.

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