Son muchas las quejas presentadas por los mandos de la Guardia Nacional, la Sedena y la Armada de México contra jueces que amparan o dejan en libertad a presuntos narcos o huachicoleros aprehendidos por los elementos de las corporaciones. También la gota que derramó el vaso es el descongelamiento de las cuentas bancarias de Cristina Pereyra, la esposa de Genaro García Luna, el mismo día que fue declarado culpable de nexos con los cárteles de las drogas por una corte de Estados Unidos.
También se liberaron las cuentas de Luis Cárdenas Palomino, cómplice de García Luna, preso en Estados Unidos; se quitaron las órdenes de aprehensión contra el exgobernador panista de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca y se otorgaron varios amparos a Ovidio G. para que no sea extraditado y casi lo liberan.
Los morenistas califican de inoperante a la judicatura federal y exigen que investigue a los jueces corruptos, pero además ayer un grupo de mujeres apoyadas por el senador José Narro pidió a la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, que frene la negligencia de los jueces contra las mujeres, porque no atienden sus denuncias de sustracción de menores y de violencia familiar, “actúan en forma patrimonial y machista”, acusan. Veremos qué tanto avanza esta reforma.
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