Más de un millón de personas salieron a las calles de diferentes ciudades de Francia para protestar por las medidas del Gobierno que planea aumentar la edad de jubilación, situación que ha ocasionado que se decreten huelgas y multitudinarias concentraciones en plazas y calles.
Las clases en las escuelas se han visto afectadas, de la misma manera que los servicios públicos y el transporte público por las vías del país galo, pero a pesar de esta situación, el presidente Emmanuel Macron ha dicho que no piensa dar marcha atrás con los planes gubernamentales.
El aumento en la edad de jubilación en Francia se debe, según el Gobierno, a una política de reforma contable que reduzca al mínimo el déficit en las pensiones en el año 2030.
“Si no aprobamos esta reforma, los libros no estarán equilibrados, lo que significa que tendremos que reducir las pensiones de los jubilados o aumentar las contribuciones de los trabajadores, reduciendo así el poder adquisitivo de los franceses”, anunció la diputada Stephanie Rist a CNN.
El Gobierno del presidente Emmanuel Macron no goza de una mayoría parlamentaria, no obstante, espera recurrir a una figura constitucional para llevar a cabo sus propósitos, un asunto que ha sido considerado por las agremiaciones obreras francesas como un ‘insulto a la clase trabajadora’ del país.
Olivier Veran, portavoz del Gobierno, comunicó que los trabajadores franceses podrán dejar el trabajo antes de los 64 años si comenzaron a trabajar temprano o si su labor ha constado de exigencia física.
Las opiniones coinciden en que este anuncio llega en el peor momento debido a que Francia, al igual que Europa, atraviesa dificultades económicas dictadas por la recesión que ha producido el tiempo posterior a la pandemia por la Covid-19.
Actualmente la edad de jubilación en Francia es de 62 años, pero con el plan del Gobierno de Emmanuel Macron se piensa subir a los 64 años y también aumentar el periodo de cotización.
La plaza de la República en Paris reunió a un gran grupo de personas, algunos afirman que fueron 400 mil, y en diferentes lugares del país las concentraciones llegaron a las 200, convirtiéndose esta convocatoria en una de las mayores de los últimos años en el país galo.
Las organizaciones de trabajadores en Francia planean realizar otra gran protesta el próximo 31 de enero, esperando que el Gobierno desista de sus planes, aunque el presidente Macron afirma que los planes siguen adelante a pesar de las protestas.
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