“Ahora que estuvimos en las visitas, le hicimos como dos o tres travesuras a los de Seguridad”, dijo entre risas el mandatario.
La primera fue llevar a Biden al balcón presidencial. El presidente narró que funcionarios estadounidenses pidieron que se cerrara el balcón, pero la delegación mexicana –en voz de su secretario particular, Alejandro Esquer– se negó.
“Se decidió no cerrar y estábamos ahí sentados cuando de repente se para el presidente Biden”, contó López Obrador. “Imagínense lo que es esto [el Zócalo capitalino], para cualquier extranjero. Se para el presidente Biden y va a la ventana para ver la plaza, que es una de las más bellas del mundo”, añadió el mandatario.
Fue entonces momento de la primera travesura. “Me levanto, abro la puerta del balcón y le digo ‘venga’ y nos salimos al balcón. Entonces, que empieza el movimiento abajo de los de seguridad”, dijo AMLO entre risas.
Otro momento clave fue el encuentro en el elevador más antiguo de Palacio Nacional, que según el presidente, data de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en la época porfirista. Fue el segundo elevador instalado en América Latina.
“Estábamos esperando y les dije ‘vengan, les voy a mostrar algo’ y estaban encantados también porque es un elevador que tiene como 120 o 130 años y todavía funciona. Les dije ‘yo los llevo, yo soy el elevadorista’ y para abajo”, contó.
López Obrador dijo que los encargados de la seguridad deben de tener siempre a la vista a los mandatarios, lo cual no se cumplió en ese momento.
“Bajamos, les enseñé la puerta y salimos a la calle de Corregidora. Le mostré la Suprema Corte y nadie se dio cuenta. Nos volvimos a subir al elevador y regresamos hacia arriba”, contó también con una sonrisa.
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