La fracción parlamentaria de Morena inició la orden del día en las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, de Reforma Político-Electoral y de Gobernación de la Cámara baja con varios señalamientos de legisladores de la alianza Va por México, quienes acusaron de que no se les circuló el proyecto de dictamen de casi mil páginas, como lo establece el reglamento interior de San Lázaro.
La primera en abrir fuego fue la diputada del PRD, Elizabeth Pérez, que señaló que la reforma electoral es retrograda y que sí plantea la desaparición del Instituto Nacional Electoral. En ese sentido, los demás legisladores de la comisión del bloque opositor advirtieron que no respaldarán iniciativas, las cuales calificaron como “centralistas” y que van en contra de las instituciones electorales de México.
En su turno, el dirigente nacional del PRI y diputado federal, Alejandro Moreno, confirmó que su grupo parlamentario votará en contra de la reforma del Ejecutivo. “En el PRI defendemos decididamente al INE y al Tribunal Federal Electoral, en congruencia con lo que hemos sostenido y aportado. Los legisladores priistas, aseguró, no habremos de movernos y reiteramos el compromiso a seguir en la lucha para preservar la democracia”.
Mientras que Francisco Huacus, de la bancada del sol azteca, advirtió que “a punta de tomar las calles y de interponer quejas e impugnaciones” no permitirán que atenten contra el INE como se plantea en el dictamen.
En respuesta, el diputado federal Hamlet Almaguer, aseguró que los Grupos Parlamentarios de oposición tendrán cinco días para leer las mil páginas del proyecto de la reforma electoral; “tendrán ustedes que leer aproximadamente 200 páginas por día para estar listos la próxima semana en el debate y tener un debate de altura”.
De acuerdo con el proyecto que hicieron llegar a los diputados federales vía WhatsApp —luego de que varios de ellos afirmaran que la liga que se les envió en un inicio era imposible abrir— no tuvo cambios a la iniciativa presidencial que mandó López Obrador en abril de este año. Y es que el documento plantea que el INE se convierta en Instituto Nacional de Elecciones y consulta popular que asuma las funciones de los Oples.
También se deja intacta la propuesta para elegir a consejeros y magistrados a través del voto ciudadano, así como disminuir a 300 diputados y 92 senadores que serían electos a través de 32 listas estatales, y eliminar el financiamiento ordinario para los partidos.
Al presentar el documento que consta de cerca de mil cuartillas, la presidenta de la Comisión de Reforma Político-Electoral, la morenista Graciela Sánchez destacó que el documento tiene como eje la propuesta del titular Ejecutivo federal que, dijo, tiene mayor cobertura y profundiza en un cambio necesario.
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