sábado, 12 de noviembre de 2022

Guterres alerta de la creciente ola de conflictos a medida que el mundo se acerca a los 8,000 millones de personas

Egipto, 12 noviembre 2022. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alerto que millones de personas luchan contra el hambre y la hambruna en un mundo cada vez más conflictivo y desigual a medida que la población mundial se acerca a los 8,000 millones de personas, hito que se superará oficialmente la próxima semana.

A pesar de los avances en materia sanitaria y alimentaria, las divisiones son cada vez más grandes a nivel mundial, lo que ha llevado a cifras récord de desplazados en busca de "oportunidades" a causa de guerras, conflictos y desastres climáticos.

"A menos que reduzcamos el enorme abismo entre las personas que tienen y las que no tienen, nos estaremos enfrentando a un mundo de 8,000 millones de personas lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflicto", asevero Guterres en una columna publicada este sábado por Europa Press.

Así, ha lamentado que "un puñado de personas multimillonarias controla tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo" y señalo que "el 1 por ciento de la población más rica a nivel mundial recibe una quinta parte de los ingresos del mundo".

Mientras tanto, la población de países más ricos tiene una esperanza de vida "hasta treinta años mayor que las de los países más pobres". "A medida que el mundo se ha vuelto más rico y saludable en las últimas décadas, las desigualdades también han aumentado", advirtio.

En este sentido, afirmo que "la aceleración de la crisis climática y la recuperación desigual de la pandemia de coronavirus están potenciando las desigualdades". "Nos dirigimos directamente a la catástrofe climática mientras las emisiones y las temperaturas siguen aumentando. Las inundaciones, las tormentas y las sequías están devastando países que no han contribuido casi nada al calentamiento global", puntualizo.

"La guerra en Ucrania se suma a las actuales crisis alimentaria, energética y financiera, golpeando con mayor dureza a las economías en desarrollo. Estas desigualdades afectan más a las mujeres y las niñas, y a los grupos marginados que ya sufren discriminación", sostuvo.

Además, subrayo que los países del hemisferio sur se enfrentan a "enormes deudas" y al aumento de la "pobreza y el hambre", así como a los crecientes impactos de la crisis climática, por lo que "tienen pocas posibilidades de invertir en la recuperación de la pandemia, la transición a las energías renovables o la educación enfocada a la era digital".

"La ira y el resentimiento contra los países desarrollados están llegando a puntos de ruptura", afirmo antes de indicar que las "divisiones tóxicas y la falta de confianza están provocando retrasos y bloqueos en una serie de temas, desde el desarme nuclear hasta el terrorismo y la sanidad", hizo hincapié.

Guterres ha incidido en que el primer paso es "reconocer la desigualdad galopante", la cual es una "elección", y recordo que "los países desarrollados tiene la responsabilidad de revertirla, empezando con la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Egipto y la cumbre del G20 en Bali.

"Espero que la COP27 sea testigo de un histórico Pacto de Solidaridad Climática en virtud del cual las economías desarrolladas y emergentes se unan en torno a una estrategia común y combinen sus capacidades y recursos en beneficio de la humanidad", puntualizo.

También insto a los líderes de la COP27 a "acordar una hoja de ruta y un marco institucional para compensar a los países del sur por las pérdidas y daños relacionados con el clima, que ya causan un enorme sufrimiento".

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