martes, 8 de noviembre de 2022

China usa barcos pesqueros para reforzar sus ambiciones territoriales

China, 8 noviembre 2022. Son barcos pesqueros que casi no pescan y que, en ocasiones, ganan dinero solamente con echar el ancla y quedarse en el mismo sitio durante meses.

Muchos pertenecen a propietarios privados por lo que son considerados como civiles, pero trabajan y colaboran con el gobierno y las autoridades militares de China.

Expertos y analistas afirman que Pekín usa centenares de embarcaciones civiles para reforzar sus ambiciones territoriales en el Mar de China Meridional, que reclama como propio casi en su totalidad, postura que disputan países vecinos como Vietnam, Filipinas, Brunei y Malasia.

En esas aguas, especialmente en torno al archipiélago de las islas Spratly (a las que China llama Nansha), opera esta flota de barcos pesqueros financiados por Pekín y que se han convertido en un dolor de cabeza para muchos de los gobiernos de la zona, así como una preocupación estratégica para Estados Unidos.

China ha construido en las últimas décadas la flota pesquera de aguas profundas más grande del mundo con casi 3.000 barcos.

Muchas de estas embarcaciones pescan en aguas internacionales en distintas partes del mundo incluyendo cerca de las islas Galápagos, en el Pacífico Sur; a las afueras de la zona económica exclusiva de Argentina, en el Atlántico Sur; en el océano Índico o ante las costas de África.

Aunque estas operaciones de pesca intensiva han creado malestar en los países que se sienten afectados, lo que ocurre en las islas Spratly es completamente distinto pues entre los barcos desplegados allí hay muchos que no pescan y, sin embargo, reciben pagos y ayudas por parte de las autoridades chinas.

Gregory Poling, director del programa del Sudeste Asiático y de la Iniciativa de Transparencia Marítima del Center for Strategic and International Studies, un think tank con sede en Washington, afirma que los barcos chinos que operan en esta zona son considerados generalmente como parte de una milicia marítima.

"En apariencia son barcos civiles que, en realidad, no pasan mucho tiempo pescando. En lugar de ello, sirven como una fuerza paramilitar del gobierno, dan apoyo en labores de vigilancia y, en algunos casos, se encargan de acosar a barcos extranjeros, sean estos pesqueros o patrulleros", dice Poling a BBC Mundo.

"Pero lo más importante en el día a día para China es que ellos ondean su bandera. Así, ellos crean una presencia artificial que refuerza esta narrativa de Pekín, esta falsa ilusión de que China siempre ha operado en estas aguas", agrega.

El experto indica que China dispone de dos flotas distintas de milicias en el mar Meridional. Una de ellas es una milicia profesional cuyos barcos son propiedad de compañías estatales y sus tripulaciones son funcionarios pagados por el Estado.

"Estas embarcaciones son civiles, pero no comerciales porque son empleados del gobierno a todos los efectos. Estos barcos son los que con más frecuencia hacen cosas como acosar a los barcos extranjeros o escoltar a los barcos gubernamentales chinos", apunta.

La segunda flota está constituida por barcos de propietarios particulares que en algún momento pudieron haber sido pesqueros, pero que ahora tienen otras funciones.

"Ahora ellos reciben un enorme subsidio del gobierno para operar en las islas Spratly, por lo que van allí y lanzan el ancla durante semanas o meses y no pescan. Simplemente cobran un cheque por cada día que pasen allí", afirma Poling.

Agrega que aunque se desconoce el número exacto de barcos que participan en estas operaciones, estiman que hay entre 700 y 1,000 barcos civiles o pseudociviles que reciben subsidios, y que además hay en torno a un centenar que son pagados directamente por el Estado o que son tripulados por funcionarios gubernamentales.

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