El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que los actos de Rusia "no tienen cabida en el siglo XXI", y añadió en un tuit que el apoyo militar del bloque a Ucrania estaba en camino.
Rusia bombardeó ciudades de toda Ucrania durante la hora punta en una aparente revancha después de que el presidente Vladimir Putin declarara que una explosión en el puente ruso hacia Crimea era un ataque terrorista.
"Son ataques bárbaros y cobardes... dirigidos a civiles inocentes que se dirigen al trabajo y a la escuela en el tráfico matutino", dijo Peter Stano, portavoz de la Comisión Europea, en una rueda de prensa periódica.
Describió los ataques como una contravención del derecho internacional humanitario y dijo que los dirigentes políticos y militares de Rusia tendrían que rendir cuentas por estos y otros crímenes de guerra.
La Comisión Europea instó a Bielorrusia a abstenerse de participar en la "brutal operación ilegítima" de Rusia, que viola la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
En concreto, pidió a Minsk que dejara de permitir que el territorio de Bielorrusia sirviera de plataforma de lanzamiento de los recientes ataques con misiles y drones contra civiles ucranianos.
"Cualquier otra acción y, en particular, la participación directa del ejército bielorruso en esta guerra, en contra de la voluntad de la gran mayoría del pueblo bielorruso, será respondida con nuevas y fuertes medidas restrictivas", dijo Stano.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, declaró el lunes que había ordenado el despliegue de militares junto a las fuerzas rusas cerca de Ucrania en respuesta a lo que, según él, era una clara amenaza para Bielorrusia por parte de Kiev y sus partidarios en Occidente.
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