Isar 2 y Neckarwestheim 2, de 1,400 megavatios (MW) de capacidad cada una y operadas por E.ON y EnBW respectivamente, deben cerrar junto a la tercera, Emsland, operada por RWE, antes del 31 de diciembre de 2022.
Ahora, sin embargo, se puede recurrir a las dos centrales del sur hasta abril de 2023 para paliar la posible escasez de energía este invierno, según el Gobierno.
El ministro de Economía, Robert Habeck, dijo que los riesgos de la tecnología nuclear obligaban a mantener el plan de salida, pero que las restricciones en los suministros de gas ruso justificaban la medida de reserva.
Así se liberaría gas para los fabricantes y la calefacción de los hogares.
Las razones que Habeck citó para la posible escasez de energía fueron una combinación de la escasa capacidad de energía nuclear en Francia, que está conectada a Alemania dentro del mercado europeo de energía al por mayor, y la sequía que ha frenado la producción hidroeléctrica y el suministro de agua de refrigeración a las centrales térmicas, así como ha obstaculizado las entregas de barcazas de carbón a las centrales eléctricas.
"Tenemos una serie de factores inciertos y el verano los ha exacerbado significativamente con la sequía", dijo Habeck, añadiendo que se consideraba muy poco probable que hubiera una crisis eléctrica, ya que Alemania también ha resucitado algunas centrales de carbón paradas y aumentará la capacidad de la red en breve.
"La reserva nuclear es una respuesta específica", dijo.
Habeck subrayó que las dos centrales nucleares no estarán equipadas con elementos combustibles nuevos.
Para el invierno de 2023/24, Alemania dispondrá de capacidades adicionales de importación de gas en forma de unidades flotantes de almacenamiento y regasificación que le ayudarán a mejorar su situación general, dijo el Gobierno.
El norte del país, donde se encuentra Emsland, podrá explotar la capacidad de generación de electricidad con petróleo en casos de escasez, añadió.
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