lunes, 22 de agosto de 2022

Con policías federales infiltrados, Guanajuato 'caza' a criminales uniformados

Guanajuato, 22 agosto 2022. Criminales uniformados “cuidaban” las calles en Guanajuato y para romper su control, el gobierno estatal creó un grupo élite de ex policías federales que se infiltraron en las corporaciones locales y han detectado hasta ahora, al menos a 150 agentes municipales vinculados con el Cártel Jalisco Nueva Generación o el de Santa Rosa de Lima, que dieron protección y ayudaron al crimen organizado a reforzar su operación y detonar la violencia en el estado.

Así, Guanajuato se volvió el último refugio de la Policía Federal. Con especialidad en terrorismo, narcotráfico o inteligencia cibernética; capacitados en Estados Unidos por la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI); en El Salvador con cursos antipandillas; por la Policía Nacional de Colombia para operativos especiales o en el Colegio Interamericano de Defensa en Washington; estos ex policías federales tienen el reto de depurar a las corporaciones de criminales y quitarle a Guanajuato la posición del estado más violento del país.

En el grupo que integran alrededor de 30 elementos, algunos llegaron a participar en operativos federales como la aprehensión de Servando Gómez Martínez La Tuta, líder de Los Caballeros Templarios en 2015. En anonimato, elementos de este grupo de inteligencia en campo contaron cómo detectaron a policías guanajuatenses que colaboraban con grupos criminales brindándoles información, ayudándoles a escapar, frustrando operativos en su contra y hasta formando parte de la seguridad de los cárteles que se disputan la plaza.

“La mayoría de la policía en Celaya en su momento estuvo inmiscuida, me atrevo a decir que varios compañeros pues eran delincuentes uniformados, ésa es la palabra adecuada. Unos se fueron saliendo por sí solos y otros cayeron en actos ilícitos y fueron puestos a disposición”.

Celaya fue el primer municipio por intervenir, pues es, a la fecha, el quinto con más homicidios en lo que va del año en todo el país, con 277 de enero a julio. En Celaya y otros municipios aledaños como Apaseo El Alto y Apaseo El Grade, los policías que no estaban coludidos, no estaban capacitados. Por lo que los federales, no sólo enfrentaron a la corrupción y los nexos con los grupos criminales, sino la falta de equipamiento que les impidió a ellos mismos, actuar al momento de intentar frenar un delito.

“No teníamos unidades, nos robaban un vehículo prácticamente en nuestra cara. Y si los queríamos corretear o tratar de alcanzarlos, se nos calentaban nuestras unidades. Prácticamente era una policía de risa.

“Un compañero municipal decía ‘pues yo entré por necesidad, para tener un trabajo, éramos neófitos en la cuestión policiaca, nos daban una macana y ese era nuestro instrumento de trabajo y era macanear gente’, bueno, pues ahora no, ahora hay que trabajar con inteligencia porque hablamos ya de crimen organizado”.

En coordinación con los gobiernos municipales que entraron en funciones a finales del año pasado, el gobierno estatal tomó la experiencia de otros agentes federales para dejarlos a cargo de la seguridad en coordinación con este grupo encubierto.

El presidente municipal de Celaya, Francisco Javier Mendoza Márquez, dijo que la presencia de los policías federales en Celaya era “como un tanque de oxígeno” pues señaló que antes, la misma policía “inmediatamente daba el pitazo de que íbamos a actuar en contra de los grupos delincuenciales”.

Mendoza Márquez sostuvo que, aunque los homicidios son lo más complejo y no es competencia municipal, están comprometidos en atender ese delito porque “aquí no podemos recular, no estamos en esas condiciones, al contrario, hay que dar la lucha de frente, con todo y sin miedo”. Ocho días después de esta entrevista, en el municipio que gobierna, mataron a tiros a su hijo.

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