domingo, 28 de agosto de 2022

Beatriz Paredes: “Uno de los problemas más serios de México es la posibilidad de una regresión antidemocrática”

CDMX, 28 agosto 2022. Entre los nombres que comenzaron a sonar como candidatos a las elecciones presidenciales de 2024 apareció en las últimas semanas el de la senadora Beatriz Paredes (Tlaxcala, 69 años). Ella misma se describe como feminista y vanguardista, cuando de política se trata, apenas aterrizada de Buenos Aires, donde participó en una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

Justo antes de iniciar ese viaje confirmó el rumor de que quería ser candidata a la presidencia. “Los mexicanos están preparados para votar por una mujer”, asegura desde una oficina de la Cámara alta, donde atendió a EL PAÍS.

La exdirigente del PRI asegura que la oposición tiene mejores chances de derrotar a Morena si se presenta en alianza. Por eso, asegura, si van a una interna con el PAN y gana el partido conservador, acompañará al candidato que lleven: “Si uno es demócrata sabe que se gana o se pierde y yo estaría empujando en cualquier circunstancia”.

Pregunta. Viene de un encuentro donde ha podido ver de cerca la relación de los Gobiernos latinoamericanos. Una pregunta que sobrevuela es si Andrés Manuel López Obrador es realmente un líder de izquierdas. ¿Usted qué cree?

Repuesta. Tendríamos que convenir en que no hay una sola izquierda, hay una diversidad de izquierdas que corresponden a las condiciones históricas de un país. Las izquierdas marxistas leninistas que aspiraban a la dictadura del proletariado quedaron en las propuestas filosóficas y políticas de los grandes pensadores de la Revolución Rusa y los filósofos alemanes.

Las izquierdas reales han ido tomando diversos caminos. En América Latina se dividieron, unas siguieron el modelo clásico ortodoxo más ligado a la Unión Soviética y otras el modelo europeo del eurocomunismo. Hay un fenómeno que es la solidaridad con los marginados, el concepto de que el gobierno debe ser para los excluidos. Entonces, más que una construcción a partir de las clases sociales, se da una construcción a partir de la exclusión.

El eje del planteamiento de López Obrador es su solidaridad con los pobres. Es un planteamiento sencillo, accesible para la población. Yo creo que es muy debatible. La premisa de que es esencial que haya respaldo a los que no disponen de recursos es innegable. La modificación de los sistemas para que participen los excluidos es indispensable. Lo que es debatible es la vía que se ha tomado. Por ejemplo, tuvieron un diagnóstico equivocado en políticas de salud que los llevó a desmantelar el sistema de salud. Y hay otros elementos de la izquierda que no se presentan, como la incomprensión del feminismo.

Lamentablemente hemos vivido en los últimos años una etapa de banalización de la política, de la banalización del quehacer público. Y nuestros países son muy complejos, tenemos historias muy intrincadas, nuestras sociedades son muy diversas. En México es muy fácil provocar la polarización porque somos un país siempre en tensión. Lo que es muy difícil es provocar la armonía, y lo que todavía es más difícil es provocar la armonía con equidad.

Hemos vivido un gobierno muy centralista y somos un país enorme como para que una sola visión pretenda constituirse en pensamiento único.

P. Durante este sexenio hemos visto al PRI manchado por varios escándalos de corrupción, que es algo que también aleja a los votantes. ¿Cómo se va a las urnas con ese peso encima?

R. La corrupción es inaceptable. Algunos especialistas han dicho que es sistémica. No solo tiene que ver con un partido. Cuando hablan del PRI del pasado, pues en el PRI del pasado era militante Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, muchísimos de los cuadros que ahora están en Morena. Entonces no sé si ellos también participaron en estas cosas terribles del PRI del pasado. Pero a mí no me interesa defender al PRI. A mí me interesa entender lo que le está pasando a México. Es increíble el discurso anticorrupción de este Gobierno. Hay casos de corrupción terribles en esta Administración, como el de Segalmex. Entonces a la sociedad le parece que todos somos una bola de corruptos. Yo no soy corrupta. Y asumo que en mi partido muchos militantes o figuras distinguidas cometieron errores. Que se les juzgue. Si no lo hacemos, el nivel de desencanto y de desapego de los mexicanos hacia la política va a seguir siendo muy alto.

0 comentarios:

Publicar un comentario