lunes, 25 de julio de 2022

Seis tipos de cambio para detener la sangría del Banco Central de Argentina

Buenos Aires, 25 julio 2022. “Los argentinos piensan en verde”, dice una vieja máxima política. El verde es el del dólar, y si piensan en el billete estadounidense es porque buscan un refugio a sus ahorros.

Si una persona nació en Argentina y tiene más de 50 años, habrá vivido siempre en crisis económica. Los tiempos de bonanza son solo incubadoras del próximo desastre. Y el dólar está ahí, como termómetro de la enfermedad que avanza. Para no ir demasiado atrás en el tiempo, pensemos en los diez años de la “convertibilidad”, como el Gobierno de Carlos Menem llamó a la paridad 1 a 1 del peso con el dólar.

El Gobierno de Alberto Fernández recibió un dólar oficial a 63 pesos y un blue a 69.70. La brecha era mínima, pero pronto todo sería peor, mucho peor. El derrumbe del peso obligó al Gobierno a endurecer las restricciones cambiarias con nuevas y variadas regulaciones. Los parches aplicados por el Banco Central para mantener en pie sus reservas han complejizado el mercado de cambios hasta límites que fuera de Argentina podrían parecer de ciencia ficción. Hoy, el país sudamericano tiene seis cotizaciones diferentes. Junto con la proliferación, se han multiplicado también las trampas para evadir las regulaciones o, simplemente, sacar provecho del descalabro con complejas operaciones cruzadas.

Dólar oficial. El tipo de cambio oficial está fijado por el Gobierno y solo se utiliza para saldar importaciones o el pago, a cuentagotas, de deudas contraídas en el exterior por las empresas. Este viernes, el dólar oficial cerró a 136 pesos, un valor que ha perdido la carrera contra la inflación y está “atrasado”, otro clásico de la economía argentina. Si un ahorrista en dólares cambia sus billetes en la ventanilla de un banco, recibirá estos 136 pesos por cada uno. Si quiere comprar, no podrá hacerlo.

Dólar ‘blue’. Es la divisa que se comercializa en “cuevas” a través de “arbolitos”, como se llama a los personajes que pululan por el centro de Buenos Aires ofreciendo cambiar monedas, sobre todo a los turistas. El blue opera por fuera del circuito legal, no paga impuestos y es tan opaco como puede serlo un acuerdo entre privados sin control del Estado. “El 40% de la economía argentina funciona en negro, hay mucha gente que toda su vida económica está en negro, si quiere comprar dólares tiene que ir al blue, no tiene otra opción”, explica la fuente del mercado financiero. La cotización blue del viernes fue de 338 pesos, un 41% más que en el inicio de junio y un 160% más que el precio de venta actual del oficial.

Dólar ahorro. La única forma de atesorar divisas por fuera del mercado informal es mediante el dólar ahorro. El Gobierno limitó las operaciones a la banca online y a 200 dólares por persona. El dólar ahorro cotizaba el pasado viernes a 224 pesos por unidad, producto del valor del oficial más un 30% del llamado Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) y un 35% que se paga a cuenta del impuesto a la renta. La diferencia entre la cotización del dólar ahorro y el blue ha crecido hasta los 114 pesos, porque sobre la primera se aplican dos impuestos fijos y la segunda flota libremente.

Dólar tarjeta o solidario. Es aquel que pagan aquellos que hacen consumos en el exterior con tarjetas de crédito que, en Argentina, se cancelan en pesos, este viernes, aquellos que cancelaron sus gastos a crédito en el exterior pagaron un dólar a 238 pesos, con una diferencia a favor de 100 pesos.

Dólar MEP y CCL. Son diferentes, pero tienen la misma función: permiten a las empresas hacerse de dólares en el mercado legal para cancelar deudas. La cotización de ambos es muy similar. El viernes, el dólar Mercado Electrónico de Pagos o MEP cerró a 315 pesos y el Contado con liquidación o CCL a 326 pesos.

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