viernes, 20 de mayo de 2022

En 20 minutos, el juez Delgadillo Padierna tiró el caso de la FGR contra los abogados presuntamente ligados a Julio Scherer

CDMX, 20 mayo 2022.- Le tomó 20 minutos al juez Jesús Delgadillo Padierna destruir el caso de la Fiscalía General de la República (FGR) en contra tres abogados y un operador financiero presuntamente ligados al exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.

El mismo juez que hace dos años aceptara encarcelar a Rosario Robles (con pruebas incompletas, como se probaría en amparos posteriores) rechazó esta vez abrir un proceso en contra de los abogados que supuestamente extorsionaron, por órdenes de Scherer, al empresario y jurista Juan Collado.

De nada le valieron a los fiscales las 75 pruebas presentadas ni las nueve horas de exposiciones. Delgadillo no solo concluyó que el caso no se sostenía, sino que terminó acusando a los fiscales de actuar de mala fe e, incluso, moverse con “perversidad” y haber violado los derechos del mismo Scherer.

Las descalificaciones se extendieron más allá de la audiencia, con un comunicado de la FGR acusando al juez de “agredir de manera grosera” a sus fiscales y advirtiendo que abrirá una nueva indagatoria… pero ahora contra el juzgador.

La jornada fue extenuante para todas las partes. La sesión que comenzó a las 11:00 de la mañana del miércoles acabó a las 10:00 de la mañana del jueves. Fueron 23 horas de una audiencia inicial en la cual la FGR, acusó a los abogados Juan Araujo, César González e Isaac Pérez y al fiscalista David Gómez Arnau de haber pedido a Collado hasta entregar su empresa a cambio de gestionar —con el supuesto apoyo del exconsejero jurídico— el cierre del proceso iniciado en su contra por delincuencia organizada, que lo mantiene preso en el Reclusorio Norte.

Habían pasado más de 20 horas de audiencia, con apenas cuatro descansos breves para comer o ir al baño. Para entonces, las partes ya habían presentado declaraciones de testigos, itinerarios de vuelo, bitácoras de visitas al penal, fotografías, avalúos, conversaciones de WhatsApp, groserías, contratos, memes, stickers y hasta emojis, estos últimos para mostrar que la familia de Collado se llevaba bien con los abogados y no se asomaba un acto de extorsión.

Pasadas las 9:30 horas de este jueves, el juez comenzó a exponer su resolución. Lo primero que dijo fue una crítica a los fiscales, pues en muchos de sus 70 elementos de prueba señalaron a Scherer, pero no solicitaron imputarlo, de modo que violaron su derecho a la defensa.

“Se imputó ilícitamente a Julio Scherer a través de la imputación de otros”, dijo el juez. Seguido de esa declaración, algunos miembros de la defensa soltaron un “¡Tsssss!”, como si el maestro estuviera regañando a los alumnos.

El juez pidió que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investigue si los fiscales violaron los derechos de Scherer y los imputados.

Luego, el juez exclamó: “Si existe perversidad en su actuar (de la FGR), que tenga a Dios como abogado”.

Para entonces, no habían pasado ni 10 minutos. Una tras otra las acusaciones caían, y el juez argumentaba que no era posible que la FGR no pudiera sostener las imputaciones a pesar de sus capacidades investigadoras.

Jesús Delgadillo Padierna dijo que la fiscalía no informó que todo el caso surge de una solicitud de criterio de oportunidad por parte de Collado, con el fin de tener un beneficio a cambio de denunciar a otros, pero advirtió que era inválido.

Finalmente, el juez determinó la no vinculación y el sobreseimiento del caso. Fue en ese momento que la mayoría de los imputados y sus equipos defensores comenzaron a alzar el puño, persignarse o llevarse las manos a la boca.

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