El panismo se dijo dispuesto a la negociación y acuerdos con el resto de las fuerzas políticas, incluida Morena y la propuesta de reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador. “Estamos abiertos a la construcción de una reforma, para que ésta no sea una surgida desde las entrañas del poder”, señaló Marko Cortés.
El PAN buscará eliminar la sobrerrepresentación legislativa y restringir “el chapulineo” como el que permite hoy a Morena y sus aliados controlar la Cámara de Diputados, gracias al préstamos y salto de diputados del Partido del Trabajo y Verde (PVEM).
Jorge Romero, coordinador de los diputados federales del PAN, explicó que los planteamientos panistas no son “espejo” de los del presidente, pero aspira a que se fusionen con las de todos los partidos. El PAN está en pie de lucha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), dijo Cortés. El blanquiazul señaló estar dispuesto a “escuchar todas las propuestas, incluida la del presidente”.
La diputada Joanna Felipe Torres, responsable del área electoral de la bancada, aseguró que es erróneo que la propuesta presidencial implique ahorros de 24,000 millones de pesos, pues las funciones estatales se sobrecargarán a la estructura del INE y requerirán gasto.
Y Julen Rementeria, líder de los senadores del PAN, afirmó que sólo “los que hacen la trampa” estarían en contra de los planteamientos de su partido. Tentativamente las propuestas serán formalizadas en la Comisión Permanente del Congreso, este miércoles, para luego entrar en pláticas con los aliados de Va por México, los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PRD) para una propuesta común que someta a acuerdos con las demás fuerzas.
El decálogo incluye las 6 propuestas ya esbozadas la semana pasada, con otras adicionales, como la instauración del voto electrónico -en urnas electrónicas que emitan el voto impreso sólo para control- y la regulación por vez primera de los gobiernos de coalición, mismos que deberán surgir previo registro de un convenio de coalición para que no sea sólo el producto electoral, sino que haya compromisos de políticas públicas.
Además ofrecieron más detalles sobre la segunda vuelta en la elección presidencial. Así, todo ciudadano votaría en la misma jornada electoral por todas las hipótesis de candidatos posibles, de modo que el costo sea el de un solo proceso electoral y quien resulte ganador de la presidencia cuente con al menos la legitimidad de la mitad de los votos efectivos.
Respecto a la sobrerrepresentación que hoy se permite de hasta 8% para el partido más votado, el diputado explicó que buscarán eliminarla, pues ya derivó en abusos, y la muestra es que en 2021 la oposición tuvo 1.5 millones de votos más que el oficialismo, “y aún así este, por reglas de sobrerrepresentación, sigue teniendo mayoría ficticia en la Cámara de Diputados, apostamos a la representación pura”. Si un partido político tuvo el 30% de los votos, debe aproximarse lo más posible a que tenga el 30% en la Cámara en la que fue votado, dijo.
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