Ese segmento de la vía elevada, ubicada a 200 metros de la llamada zona cero, donde ocurrió el derrumbe, sobre avenida Tláhuac, es una pieza idéntica a la trabe que colapsó el año pasado y por ello, el gobierno capitalino ve en ella una oportunidad, quizás la última, para fortalecer la hipótesis de que la edificación tiene defectos de origen.
El tramo gemelo forma parte de las diversas inconsistencias por las que se inició la disputa entre la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y la empresa noruega DNV, por el tercer y último informe de la firma especializada.
El gobierno capitalino alega que le solicitó a DNV, específicamente, analizar el tramo gemelo, pero la compañía se negó y le dio más relevancia a las carencias detectadas en el mantenimiento.
“No consideraron en su análisis información sobre el llamado tramo espejo o tramo gemelo, un tramo de la Línea 12 que tiene una configuración estructural idéntica al tramo colapsado; no presentaron hipótesis alternativas a investigar y su evaluación, ni las razones de su descarte”, reprochó este miércoles la secretaria de Gestión Integral de Riesgos, Myriam Urzúa.
“En particular, se solicitó a la empresa que ahondara en las consecuencias del error de diseño, señaladas tanto en el dictamen final fase II, como en el de análisis causa-raíz fase III; éstas observaciones se encaminaron a que DNV hiciera una valoración más profunda del fenómeno de fatiga por distorsión inducida, el cual es un daño recurrente al que han sido sometidas las vigas de acero de la Línea 12, debido al incumplimiento de la norma de construcción de puentes en su diseño”, explicó la funcionaria.
De acuerdo con información de la Secretaría de Obras, ese tramo será desmontado y sometido a una disección, una especie de 'necropsia', para analizar cómo está construida y, en una acción espejo, determinar si tiene los mismos errores de diseño que la sección colapsada, en especial la falta de pernos, la deficiente colocación de los mismos y una hipótesis adicional: la “fatiga por distorsión”.
Con la disección que realizará la Secretaría de Obras, se espera comprobar que además de que la estructura metálica externa es débil, los pernos también fueron mal colocados o ni siquiera utilizados, lo que resultó en una construcción sin fuerza, agrietada y riesgosa.
Los defectos en la estructura metálica externa fueron confirmados por especialistas en estructuras de puentes de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) que analizaron las trabes, con lo que se encontraron decenas de fisuras en los bloques de concreto, prácticamente a todo lo largo de la vía elevada.
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