Mariúpol, cercada por las tropas rusas desde hace semanas, ha sido testigo de los combates más encarnizados y la destrucción más completa desde que Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero.
Las autoridades ucranianas dijeron el lunes que no menos de 1,000 civiles se escondían en refugios subterráneos bajo la vasta planta de Azovstal y añadieron que Rusia estaba lanzando bombas de gran potencia sobre la fábrica en poder de los ucranianos en la ciudad asediada.
El Ministerio de Defensa de Rusia emitió el martes un comunicado en el que pedía a las fuerzas ucranianas y a los combatientes extranjeros en el interior que se rindieran.
"Todos los que depongan las armas tienen la garantía de seguir vivos", dijo el Ministerio de Defensa.
El Ministerio de Defensa instó a las tropas a retirarse de la planta siderúrgica entre las 1400 y las 1600, hora de Moscú, "sin excepción, sin armas y sin municiones".
Anteriormente, el martes, las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia dijeron que estaban tratando de asaltar la planta siderúrgica de Azovstal y tomar el control de la misma lo antes posible.
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