lunes, 7 de marzo de 2022

Infantes, buzos y activistas alistan amparos en contra de obras del Tren Maya en Q. Roo

Cancún, 7 marzo 2022.- Niñas, niños, adolescentes, jóvenes, espeleobuzos, biólogas, activistas ambientales, organizaciones civiles y ciudadanía en general interpondrán amparos para frenar las obras del Tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum, y presentarán las primeras denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), debido a la devastación de la selva y los impactos potenciales en el acuífero, sin haber sometido aún el proyecto, en esta zona, a evaluación de impacto ambiental.

Este domingo, se realizó una manifestación en la zona devastada recientemente que corresponde al nuevo trazo del Tramo 5 Norte, de Cancún a Playa del Carmen, a propósito del recorrido aéreo hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador para atestiguar los avances de los trabajos, carentes de autorización de impacto ambiental y forestal.

En el sitio, además de realizar una suerte de ritual del perdón a la Madre Tierra, por el desmonte de árboles y selva baja, la gente colocó grandes piedras para formar la palabra S.O.S., se colocó una manta con la palabra “ecocidio”, y las y los niños y adolescentes realizaron diversos dibujos con la esperanza de que López Obrador pudiese ver, entre otras cosas, lo que definirá la consigna del movimiento: Selva-me del Tren, un juego de palabras que implora Sálvame del Tren.

Estas personas exigen que los trabajos se detengan, hasta que se realicen los estudios necesarios, se cumpla con los trámites legales a que está obligada la propia autoridad federal y se obtengan las autorizaciones correspondientes.

Sin embargo, en sus redes sociales, López Obrador acusó a la gente de encabezar una campaña en contra del megaproyecto.

“Nuestros adversarios, con el apoyo de pseudoambientalistas y sus voceros, han montado una campaña en contra del Tren Maya”, expuso, al señalar que en los mil 500 kilómetros que abarca la ruta ferroviaria, “solo se impactarán 100 hectáreas, la mayor parte acahuales”, además de que se reforestan ya 200 mil hectáreas, se crearán tres parques naturales y en las orillas del tren se sembrarán “hileras” de árboles.

Tras aclarar que la manifestación realizada fue apolítica, ciudadana y pacífica, el biólogo y espeleólogo, Roberto Rojo –explorador de cuevas y cañones en sitios como Querétaro, la Sierra Negra de Puebla, Guerrero, Calakmul, en Campeche y Tulum– explicó que la selva deforestada, característica de la zona, es una selva baja, con árboles pequeños, pero con mayor densidad de individuos arbóreos.

Sobre la zona, llena de oquedades que conducen a los afluentes subterráneos, activistas anunciaron diversas acciones legales en contra del megaproyecto, como una serie de denuncias individuales y una denuncia colectiva ante la Profepa, que se presentan mañana, indicó Moce Yax Cuxtal, o el amparo que prepara “Mujeres y Biodiversidad” –otra organización también con sede en Playa del Carmen– cuya labor es acercar a las infancias con la Ciencia.

Otra acción legal es conducida por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA); lo mismo que la que encabeza la organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), con sede en Cancún, ambas, involucradas fuertemente con los juicios que detuvieron el proyecto inmobiliario y comercial de “Malecón Tajamar”.

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