A través de Twitter, Tuesta Soldevilla –profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú– ha cuestionado permanentemente al jefe de Estado mexicano. El 24 de marzo de 2020 –a propósito del Covid-19– tuiteó que el entonces mandatario de Estados Unidos Donald Trump se está convirtiendo, junto con [el brasileño Jair] Bolsonaro y López Obrador, en un peligro extremo, pues coloca al lado de sus extravagancias, medidas ineficaces que expanden el virus de manera alarmante en un país continente. El populismo no tiene color político.
Dos días después también escribió: Trump y López Obrador compiten entre los presidentes más irresponsables con sus países de la región. El gran problema es que se trata de los países más poblados. Parece que el populismo también es una pandemia.
En colaboraciones periodísticas también escribió que Andrés López Obrador sólo se supera a sí mismo con cada desatino que está poniendo en peligro al país azteca. Al igual que su homólogo de Estados Unidos, menospreció la gravedad del Covid-19 y se resistió a tomar medidas inmediatas y severas ante el avance de la pandemia en el mundo y en la región.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro –cuya actuación ha sido cuestionada por el Presidente mexicano–, dio a conocer el 3 de marzo el nombramiento.
Tuesta Soldevilla es crítico del presidente peruano Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre, y de cuyo gobierno ha escrito es abrumadoramente rechazado, débil y vulnerable, no puede crear un régimen político distinto. A lo más, una cleptocracia.
El 24 de julio pasado, en el marco de la Reunión de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, López Obrador no descartó la sustitución de la Organización de Estados Americanos por un organismo autónomo, no lacayo de nadie, que sea mediador en conflictos en las naciones sobre asuntos de derechos humanos y de democracia, pero a petición y aceptación de las partes.
En marzo de ese año, López Obrador emitió junto con Luis Arce, mandatario de Bolivia, una declaración donde exhortaron a la OEA a respetar la democracia, limitarse a actuar dentro de su propio marco institucional y a abstenerse de intervenir en los asuntos internos de los estados miembros, tras las acciones que Almagro emprendió en oposición a Bolivia, que entre octubre y noviembre de 2019 favorecieron el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales.
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