domingo, 9 de enero de 2022

Presencia militar de EU en el extranjero se enfrenta a la oposición nacional y extranjera en 2022

Estados Unidos, 9 enero 2022.- El año 2022 será clave en la historia militar de Estados Unidos, pues, después de la retirada de tropas de Afganistán, las ubicadas en otros países podrían seguir ese ejemplo. Así lo consideran expertos militares estadounidenses en una investigación reciente.

Agosto de 2021 fue un mes vital, pues el ejército estadounidense se retiró de Afganistán después de librar una guerra allí durante casi 20 años. Además, ha reducido su presencia militar en otras zonas de conflicto en los últimos años. Ejemplo de ello son los niveles de tropas en Irak (de 170 mil en 2007 a dos mil 500 en 2021) y en Siria (de mil 700 en 2018 a unos 900 en la actualidad). Sin embargo, la presencia militar de EU en el extranjero sigue siendo enorme.

“Como politólogos, examinamos los costes, los beneficios y las percepciones de los despliegues militares de Estados Unidos en el extranjero”, comentan Carla Martínez Machain, y Michael E. Flynn, ambos profesores asociados de Ciencias Políticas en la Universidad del Estado de Kansas y Michael A. Allen, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Boise, en un artículo publicado en el sitio The Conversation.

“A nivel nacional, las presiones para reducir el presupuesto de Defensa hacen que los despliegues en el extranjero sean un objetivo atractivo para recortar. A nivel internacional, la oposición a acoger al ejército estadounidense también puede aumentar el coste de mantener las bases”, indican. Por lo tanto, para que Estados Unidos mantenga su influencia, tendrá que adaptarse a estas crecientes presiones internacionales y nacionales contra su presencia militar en el extranjero. Sin embargo, la retirada gradual de sus compromisos en el extranjero hará más difícil que Estados Unidos mantenga sus alianzas y las instituciones internacionales que ha creado.

Michael E. Flynn, uno de los autores del análisis, considera que, para los países anfitriones, los pros de que Estados Unidos retire a sus tropas podrían ser la reducción de los factores de molestia o los peligros asociados a los grandes despliegues estadounidenses, como son contaminación acústica, congestión del tráfico y accidentes. “Pero estos mismos países podrían experimentar un aumento de los riesgos de conflicto con sus rivales regionales si la retirada de Estados Unidos se toma como una señal de menor apoyo”, comenta Flynn en entrevista con medios.

“Ahora mismo es un momento importante para entender las relaciones de seguridad, ya que Estados Unidos, Rusia y China están reevaluando sus objetivos y ambiciones de seguridad”

Además, desde el punto de vista de Estados Unidos, los defensores de una retirada global suelen decir que reducirá los costos para Estados Unidos. “Puede que sea así, pero supone que todo lo demás permanece constante: si la retirada de EU envalentona a los rivales regionales para que se comporten de forma más provocadora, entonces EU puede acabar gastando más a largo plazo al trabajar para proyectar su poder en regiones en las que ya no tiene infraestructura de apoyo”.

“El ejército estadounidense puede desempeñar un papel vital en la construcción del poder blando de Estados Unidos y en la formación de la opinión pública hacia Estados Unidos en general. A medida que nos adentramos en una era en la que la influencia china está creciendo, Estados Unidos va a buscar cada vez más formas de contrarrestar esa influencia, y es probable que los despliegues militares sigan siendo una herramienta clave en ese esfuerzo”, concluye Flynn.

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