En el inmueble, en donde se aplicaban vacunas supuestamente provenientes de Texas, Estados Unidos, por 250 dolares a adultos y menores de edad; los responsables también levantaron, limpiaron y escaparon con toda la evidencia.
Según vecinos, fue durante la noche-madrugada de este miércoles que vieron llegar un grupo de personas que se encargaron de desalojar antes del amanecer.
Así, cuando llegó el personal de la Cofepris y la Fiscalía del Estado de México, la clínica ya no existía. No quedó rastro de ella.
El propietario de la casa, Francisco González aseguró desconocer el uso que se le daba al inmueble.
Francisco González confirmó que fue un conocido al que le rentó la casa por unos días (llegó al inmueble el 21 de enero, y desocupó el martes), y que era él quien vendía las vacunas, por lo que presentará una denuncia. Reconoció su casa en el reportaje, por lo que llamó al inquilino, quien ya no contestó.
Tras el operativo, en el que no se encontraron evidencia, la Cofepris emitió un comunicado, en donde alerta que cualquier producto comercializado como vacuna Covid, sin importar su empaque, constituye un fraude y advierte que un producto apócrifo puede contener sustancias peligrosas.
Sobre el establecimiento clandestino, señala que se encuentran en curso las acciones de verificación y vigilancia sanitaria, en colaboración con autoridades para revisar las acciones que constituyan conductas delictivas.
Finalmente exhorta a las personas que acudieron a vacunarse a reportar cualquier reacción adversa.
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