Lavrov hizo las declaraciones en una cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Estocolmo, antes de las conversaciones con su homólogo estadounidense Antony Blinken, que se espera se centren en las tensiones en torno a Ucrania.
Blinken, la OTAN y responsables ucranianos han expresado repetidamente en las últimas semanas su temor a que Rusia lance pronto un nuevo ataque contra Ucrania, idea que Moscú ha tachado de alarmista.
Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea en 2014 y ha apoyado a los separatistas prorrusos que se apoderaron de una franja del este de Ucrania ese mismo año.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se quejó esta semana de la ayuda militar occidental a Ucrania y de una supuesta expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia. Putin advirtió a la OTAN de que no debe colocar sistemas de defensa antimisiles en Ucrania.
En un discurso ante la OSCE, Lavrov dijo que Europa estaba volviendo a la "pesadilla" de la confrontación militar y dijo que esperaba que las propuestas de Rusia sobre un nuevo pacto de seguridad europeo fueran consideradas cuidadosamente.
Putin ha dicho que quiere garantías de que la OTAN detendrá su expansión hacia el este y no desplegará determinados sistemas de armas cerca de Rusia.
"La arquitectura de la estabilidad estratégica se está destruyendo rápidamente, la OTAN se niega a examinar constructivamente nuestras propuestas para desescalar las tensiones y evitar incidentes peligrosos", dijo Lavrov a la OSCE.
"Por el contrario, la infraestructura militar de la alianza se está acercando a las fronteras de Rusia. Vuelve el escenario de pesadilla de la confrontación militar".
Lavrov afirmó que Moscú no puede aceptar que aparezcan nuevas amenazas militares en sus fronteras.
"Convertir a nuestros países vecinos en cabezas de puente de la confrontación con Rusia y desplegar fuerzas de la OTAN en la proximidad directa de zonas de importancia estratégica para nuestra seguridad es categóricamente inaceptable", dijo.
Lavrov dijo a la OSCE que los envíos de armas de Occidente a Ucrania estaban animando a Kiev a pensar que podía resolver sus problemas territoriales por la fuerza. Kiev ha negado que tenga tales planes al respecto.
Lavrov dijo que Moscú también teme que pudieran aparecer misiles estadounidenses de alcance intermedio en Europa.
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