miércoles, 8 de diciembre de 2021

Bolsonaro da un giro a su gobierno con la reelección en la mira

Brasil, 8 diciembre 2021.- Jair Bolsonaro atraviesa el peor momento desde que asumió la presidencia de Brasil en enero de 2019. Por primera vez, los niveles de aprobación a su gobierno se hundieron por debajo del 20% de la población, según los últimos sondeos.

Además, la actividad económica no logra salir del estancamiento al que cayó a partir del segundo trimestre del año, y los inversores continúan huyendo en masa de los mercados de bonos y acciones de Brasil. Por si le faltara algo a ese escenario sombrío, a fines de octubre una comisión investigadora del Senado recomendó a la Justicia que el presidente sea imputado por su gestión de la pandemia en un país que acumula más de 615,000 muertos por el coronavirus.

No obstante, aún en medio de ese panorama, Bolsonaro lejos está de renunciar a sus ambiciones de ser reelecto en los comicios presidenciales de octubre del año próximo. De hecho, en la búsqueda de ese objetivo acaba de jugar la carta más fuerte que tenía a disposición: luego de lograr que el Congreso aprobara una enmienda constitucional que permite incrementar el presupuesto en 106,000 millones de reales (unos 19,300 millones de dólares), el gobierno lanzó a mediados de noviembre un ambicioso programa social denominado Auxílio Brasil por el que 14.6 millones de familias de bajos ingresos pasaron a percibir pagos mensuales promedio de 217 reales (unos 40 dólares).

Con el lanzamiento de Auxílio Brasil, Bolsonaro muestra su intención de concentrar el protagonismo y controlar la narrativa política, pero el gran problema es que los opositores van a ahondar los cuestionamientos ante el lanzamiento de un programa social de estas características tan cerca de las elecciones”.

Como sea, sin otros logros de gestión por exhibir, el gobierno parece depositar sus últimas esperanzas de recuperación en este nuevo programa.

En cualquier caso, la magnitud del nuevo plan —y la urgencia por ponerlo en marcha— muestra hasta dónde llega el giro pragmático de Bolsonaro en la búsqueda de revertir su derrumbe en las encuestas. Antes de asumir la presidencia, el líder de ultraderecha había sido muy crítico de los programas de transferencias de ingresos. De hecho, llegó al extremo de decir que muchas mujeres solo querían tener más hijos para cobrar el beneficio y que el subsidio era destinado a holgazanes. Esas definiciones fueron abandonadas al calor de las urgencias electorales.

Con una inflación interanual que ya supera el 10%, el temor es que la falta de control en las cuentas públicas impulse aún más el alza de los precios. Además, el aumento del gasto público sin recortes que lo compensen ni un incremento de los impuestos amenaza con aumentar aún más el peso de la deuda pública total de Brasil, que ya representa el 83% del PIB.

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