sábado, 9 de octubre de 2021

La Reforma Eléctrica desmantela los negocios de Iberdrola, IEnova y Grupo México

CDMX, 9 octubre 2021.-La contrarreforma eléctrica del Gobierno federal plantea cerrarle la cortina a las empresas privadas que han hecho negocio al instalar megaproyectos eólicos y solares para venderle energía a la CFE, entre ellas, transnacionales actualmente cuestionadas en Europa por manipular tarifas eléctricas como la española Iberdrola.

La española Iberdrola, vinculada al expanista Felipe Calderón Hinojosa, y la estadounidense IEnova, ligada al priista Luis Téllez Kuénzler, son dos de las empresas nacionales y extranjeras que obtuvieron con la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto parte de los 346 permisos vigentes para proyectos eólicos y solares que en su mayoría venden la energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Pero de aprobarse la iniciativa presidencial en la materia, se “desmantelará” esta industria, advierten sus representantes.

Pese a que está prevista la participación de la iniciativa privada en 46 por ciento en la generación de energía incluyendo las “limpias”, en las que también participa Grupo México Energía, del magnate Germán Larrea, la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) y la Asociación de Energía Solar (Asolmex), con más de 180 socios en conjunto, aseguran que todo el sector quedará en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que es una “expropiación indirecta” en los hechos, subraya Julio Valle, portavoz de ambas agrupaciones.

De aprobarse en el Congreso la reforma eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se augura la presentación de amparos de las empresas que generan energía renovables, pero estas mismas no han estado exentas en México de violaciones a los derechos humanos en los sitios donde han instalado los proyectos como casos documentados en Yucatán y Oaxaca.

Aunque Valle afirma que las empresas saben cómo desarrollar los proyectos a manera de “mitigar y minimizar cualquier impacto que puedan tener hacia el medio ambiente o la sociedad”, Pablo Ramírez, especialista en energía y cambio climático de Greenpeace México, afirma que eso no es así.

“Sólo pintan los fierros de verde”, asegura Ramírez, quien recomienda a la CFE liderar la transición energética para que no sólo sea tecnológica, sino de respeto a los derechos humanos y considerando los límites ambientales.

Tanto Iberdrola como IEnova son trasnacionales asociadas al fenómeno de la puerta giratoria y actualmente la española es investigada por posible manipulación de las tarifas de energía en el marco del aumento histórico en las tarifas eléctricas en España, que ahora oscila en un 500 por ciento más que en 2018, cuando comenzó el gobierno de Pedro Sánchez.

Iberdrola llegó a México en la década de los noventa, pero a la par de la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza y, con contratos de la CFE, despegó durante el sexenio de Felipe Calderón, quien en julio de 2016 fue incorporado al consejo de administración de su filial en Estados Unidos, Avangrid.

Los más de 300 proyectos eólicos y solares de ambas asociaciones representan 19 mil millones de dólares de inversión nacional y extranjera, y más de 86 mil empleos, así como la instalación de paneles solares a más de 240 mil hogares o pequeños comercios mediante la generación distribuida. Pero de aprobarse la reforma propuesta, sentencia el vocero de las compañías Julio Valle, se cancelarían, lo que implica una “expropiación indirecta”.

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