Para lograrlo, el gobierno danés inició un duro confinamiento en cuanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia por coronavirus, además, hubo una eficaz y veloz campaña de vacunación para inmunizar a los daneses.
Luego de 18 meses de estos esfuerzos, aunque sigue habiendo un seguimiento de los casos positivos y continúan las pruebas en diferentes entornos como son las escuelas, se ha devuelto la libertad total a los casi 6 millones de habitantes.
“Todavía se aconseja al público que tome precauciones para evitar la transmisión del COVID-19. Pero, en general, sí, hay un regreso a la normalidad, con las restricciones prácticamente eliminadas”, afirmó el director general del Statens Serum Institut, Henrik Ullum, cuyo organismo nacional se encarga de dar respuesta a amenazas infecciosas y biológicas.
Dinamarca registra en promedio 325 casos nuevos de infección al día, tres muertes y ya tiene una cobertura del 84% de vacunación en su población. Fue debido al bajo número de hospitalizaciones que se levantaron las restricciones.
“Nuestro éxito se basa en un sistema integral de pruebas y de seguimiento de los casos, lo que nos permitió localizar la enfermedad, cerrar municipios, determinar el virus y sus variantes, así como aislar a las personas infectadas y sus contactos más cercanos”, afirmó Ullum.
Sin embargo, afirma que fue un trabajo colectivo en el que también participó la sociedad danesa.
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