En esta no se considera reconstruir la ruta entera ni el tramo elevado, sólo la parte colapsada entre la estación Tezonco y Olivos. El resto de la estructura será reforzada con acero en diversos tramos.
La presentación del análisis, realizada por Jesús Antonio Esteva Medina, secretario de Obras y Servicios de la CDMX, se dividió en cuatro partes: el tramo elevado, el subterráneo, las vías y los trenes.
Las mejoras que se realizarán en el tramo se enfocan en reforzarlo con apuntalamientos de acero en distintas partes y curvas para reforzar la estructura.
Además, se reconstruirá la parte colapsada en la estación Olivos y se analizará si el tramo gemelo se reforzará o sustituirá.
En la compostura, se usarán tres vigas metálicas, tipo cajón, y un piso prefabricado unido con vigas de canal soldadas al patín superior de dichas estructuras.
Además, se reforzarán las columnas de concreto y se arreglarán fisuras, en caso de encontrarse.
En la parte subterránea, el CTA dijo que no hay evidencia para suponer que hay daños en el túnel que tenga riesgo de colapso o daño estructural de corto o largo plazo, por lo que las intervenciones que tendrá serán menores.
En la información recabada y tomando en cuenta la inspección, el comité consideró que hay deficiencias en el interior, derivadas de filtraciones de agua, lo que ha desencadenado deterioro en el balastro.
El Comité Técnico Asesor recomendó medir los asentamientos en la superficie y deformaciones del túnel, impermeabilizar, captar y conducir el agua, así como desazolvar los cárcamos.
Además, se pidió uniformizar el sistema de drenaje y establecer un sistema de bombeo eficiente. Igualmente, se aconseja sustituir el material base por uno menos susceptible al agua y sustituir la vía en las zonas afectadas.
De la estación Atlalilco a Tláhuac, el CTA determinó que para la reapertura de la línea se lleve a cabo una renivelación y realineación de la vía, así como sustituir durmientes de madera por concreto.
En la zona colapsada, los expertos recomiendan rehabilitación integral en vías, aparatos de cambios de vías, sistemas eléctricos y catenaria.
El comité solicitó a CAF, empresa proveedora de los trenes, que se evalúe el riesgo de descarrilamiento de los vagones, ya que hay fricción en siete curvas, lo que representa desgaste en las vías.
Los resultados mostraron que hay seguridad en su circulación , por lo que la recomendación dada fue instalar modificadores de fricción para reducir el roce.
El gobierno de la CDMX recordó que los arreglos no requerirán inversión pública, ya que correrán a cargo de ICA, Carso y Alstom, empresas que participaron en la obra.
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