Además, los científicos señalaron que estas cifras representan un impacto medioambiental unas mil 400 veces superior en comparación con el hipotético escenario.
El mayor impacto medioambiental del agua embotellada se atribuyó al elevado consumo de materiales y energía necesarios para la producción de agua embotellada en comparación con el agua del grifo», explicaron los autores en la investigación.
De acuerdo con el estudio publicado recientemente en Internet por Science of the Total Environment, se detalló que se utilizó una nueva metodología que combina elementos de un enfoque conocido como análisis del ciclo de la vida, útil para medir las consecuencias en el ecosistema, con la evaluación de impacto en la salud.
Asimismo, aseguraron que, si bien es cierto que el agua del grifo contiene sustancias químicas llamadas trihalometanos, este se encuentra en concentraciones mínimas que no representan una amenaza significativa para la población.
Nuestros resultados demuestran que, teniendo en cuenta tanto los efectos medioambientales como los sanitarios, el agua del grifo es una mejor opción que el agua embotellada, ya que esta genera una mayor variedad de impactos», aseguró Cathryn Tonne, coautora de la investigación.
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