domingo, 22 de agosto de 2021

La fracturación hidráulica sigue en la Ley, en el Presupuesto y… en los hechos

CDMX, 22 agosto 2021.- En el Presupuesto de Egresos de la Federación, desde 2016 hasta 2021, se han contemplado dos proyectos de fracturación hidráulica. Tan solo de 2019 a 2021, el dinero asignado rebasa los 22 mil millones de pesos.

El 11 de febrero de 2019, el comisionado Gaspar Franco Hernández, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), hizo una aclaración sobre los planes de pozos que requerían fracturación hidráulica. Dijo que se aprobaban porque la normatividad vigente así lo permite aunque reconoció que existe la intención de prohibir esta práctica de extracción de gas conocida como fracking.

El fracking o fractura hidráulica es una práctica empleada por la industria energética para obtener gas, en la cual se requiere perforar pozos. Para ello se usa una mezcla de agua, arena y sustancias químicas tóxicas a alta presión, que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos. El flujo disminuye muy rápido, por lo que es necesario perforar y fracturar nuevos pozos —cercanos al anterior— para mantener la producción, según explica la organización Cartocrítica.

A causa de los daños que provoca al medio ambiente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió erradicar su uso y no otorgar más concesiones. En ese sentido, el pasado 29 de febrero de 2020, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, dijo frente al mandatario:

“No, en esta administración también hubo una definición muy clara en el sentido de que no va a haber actividad, ni en fracking, en lo que serían áreas no convencionales, ni en aguas profundas, porque es mucho el dinero que se requiere para este tipo de actividad”.

Pero hasta la fecha no hay registro de ningún intento de las dependencias involucradas para frenarlo y las iniciativas en el Congreso están congeladas, han denunciado organizaciones sociales que se oponen a esta práctica.

Actualmente, México tiene contratos y asignaciones vigentes para la exploración y extracción de hidrocarburos no convencionales, de acuerdo con los mismos señalamientos. Existen 26 áreas ya adjudicadas, 25 son asignaciones a Pemex y sólo una es un contrato compartido entre Pemex y un particular. Todavía en 2019, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) autorizó siete planes de exploración que involucran el uso de fracking.

En el Presupuesto de Egresos de los últimos tres años destinado para Pemex y en específico para los Programas y Proyectos de Inversión se asignaron recursos a dos proyectos de Pemex —aprobados durante la administración de Enrique Peña Nieto— que requieren fracking: “Aceite Terciario del Golfo” y “Aceite y Gas en Lutitas”, como han señalado agrupaciones como la Alianza Mexicana contra el Fracking.

Desde 2016 a la fecha, la fracturación hidráulica ha contado con financiamiento y de 2019 a 2021, ya en la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha recibido la mayor cantidad de dinero: en total 22 mil 199 millones 135 mil 506 pesos.

Mientras tanto, en la página del Gobierno de México, el compromiso de no permitir más esta práctica se ha dado por cumplido.

Manuel Llano Vázquez Prada, Director de Cartocrítica, comentó que Pemex admite en su información oficial que se han perforado, ya en esta administración, cuatro pozos de hidrocarburos no convencionales que forzosamente requieren el uso de fractura hidráulica y que ya se han fracturado.

La razón de esto es porque hasta el momento la prohibición del fracking sólo ha quedado en el discurso, ya que no hay una disposición presidencial que implicaría un decreto, iniciativa legislativa enviada al Congreso, una instrucción, una nota que les instruyera a los funcionarios encargados de la regulación y de la ejecución que esta práctica no ocurriera, explicó Manuel Llano.

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